*La principal tarea es “sembrar institucionalidad”, sostuvo
“La principal tarea de los colombianos en cuanto a la restitución de tierras es sembrar institucionalidad para solucionar este problema. Para restituir se necesita tiempo, plata y sobre todo voluntad política, el problema de la tierra traspasa los gobiernos, es un asunto de Estado”.
Así lo planteó Ricardo Sabogal, director de la Unidad de Restitución de Tierras, durante su intervención en el IV Congreso Responsabilidad Social “Paz y Reconciliación en los territorios”, que concluyó ayer en el Club El Nogal, de Bogotá.
Para el arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, “preocupa mucho el tema de la ciudadanía, hay que generar procesos ciudadanos y transformar la cédula de ciudadanía en una verdadera inducción a las personas para que se vuelvan ciudadanos de la misma patria”.
Débora Barros, líder indígena Wayúu, comentó que se debe velar porque el acuerdo de paz se firme, pero que se firme trabajando desde las regiones, que se descentralice un poco y a las regiones se les dé autonomía para determinar los lineamientos para construir y mejorar el tejido social, y concluyó que “el proceso de paz debe descentralizarse, las regiones deben tener más poder”.
En un segundo panel, sobre el problema de tierras y el desarrollo agrario, se comentó que el sector rural presenta algunos retos que se deben crear como la institucionalidad, políticas de educación rural, cumplimiento de las necesidades que presenta el sector a través de los territorios y el papel del sector privado, inversión y movimiento económico en las comunidades.
En cuanto a este tema, el senador Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático, sostuvo que debe existir un agro que produzca bienes agrícolas y pecuarios, y resaltó que “en Colombia la tierra no se usa bien como factor de producción y este es el principal problema del sector. El negocio de la tierra es que no se compra la tierra para la producción agropecuaria sino para la producción inmobiliaria”.
El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía, argumentó que “Colombia realmente tiene que tener un modelo de desarrollo incluyente del agro, una política agraria de largo plazo, compromiso de la inversión privada. Hay que intensificar esfuerzos porque en los procesos de restitución y titularidad de predios no tenemos la institucional, es decir el ajuste institucional, para incorporar mecanismos que den certeza jurídica sobre la propiedad de la tierra”.
José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan), puntualizó que “la tierra es un activo, una variable productiva, que se usa donde sea más rentable. Mientras las actividades agrícolas no sean rentables, la última opción que le queda al propietario es la ganadería. Si la gente no puede sembrar acude a una actividad como la ganadería, con la que se empobrecen pero no se quiebran”.
*Reconciliación
Fabrizio Hochschild, coordinador residente humanitario del sistema de Naciones Unidas, dijo que para que una verdadera reconciliación en Colombia se debe acabar con la polarización, “la reconciliación es un proceso difícil y complejo, lo ha sido en todos los países que han surgido de un conflicto y pueda que lo sea aún más en Colombia”.
Anotó que esa aseveración se debe primordialmente a cuatro razones, “para empezar es difícil hablar de reconciliación en Colombia, cuando en realidad no hay un estado anterior de reconciliación al cual regresar”.
Manifestó que un ejemplo claro es lo sucedido en la antigua Yugoslavia, donde una vez se silenciaron los fusiles se pudo hablar de la reconciliación entre las comunidades. “No creo que el actual reto sea el de la reconciliación, más bien el de encontrar una nueva forma de reconciliarse y agotar los conflictos”, dijo.
Varios opinaron acerca del tema de la reconciliación de la reinserción. Por ejemplo, la representante por Bogotá, Clara Rojas, del Partido Liberal, anotó que “se ha venido gestando un programa de reintegración, organizado por el Gobierno que ya tiene más de 30.000 personas que se han reintegrado”.
Señaló que “en la medida en que haya acompañamiento y en la medida que exista un compromiso por parte de las partes y en la medida que tengan opciones de trabajo digno se puede ir consolidando el proceso que hasta el momento el 76 por ciento de las personas reintegradas han permanecido en la legalidad”.
Afirmó que es importante que no sea solamente una política de gobierno, sino una política de Estado que se mantengan durante años, lo mismo que la atención a las víctimas.
El director de la Federación Colombiana de Municipios, Gilberto Toro, manifestó que “en este momento hay mucho por hacer para que los municipios tengan la posibilidad de garantizar que la reinserción de los guerrilleros pueda hacerse en condiciones tranquilas”.
Anotó que se tienen que dar todas las garantías posibles para que pueda tener una vida digna, no solamente para ellos, sino para los habitantes de los municipios. “Creo que debemos pensar en unas reformas estructurales todavía muy importantes, para lograr que en los municipios se pueda consolidar la paz”, sostuvo.