Como un golpe contra las aspiraciones reeleccionistas del presidente Barack Obama consideraron los republicanos el triunfo de su candidato en la elección especial del escaño en el Congreso por un bastión demócrata en Nueva York.

"Los neoyorquinos le mandaron una seria advertencia a los demócratas que controlan las palancas del poder en nuestro gobierno federal", dijo el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, tras la contundente victoria del empresario Republicano Bob Turner sobre el legislador local Demócrata Dave Weprin en el noveno Distrito para el Congreso.

Tras haber centrado su campaña en atacar la gestión económica de Obama y en acusar a la Casa Blanca de no ser lo suficiente pro israelí, Turner obtuvo un 54% de los votos, frente al 46% de su rival, en este distrito, donde viven muchos judíos ortodoxos, según un resultado casi definitivo.

Weprin también fue castigado por su apoyo al matrimonio homosexual en el estado de Nueva York, un tema sensible para los judíos conservadores.

El escaño por ese distrito, en el que los republicanos no ganaban desde 1923, había quedado libre tras la renuncia del demócrata Anthony Weiner a causa de un escándalo sexual.

Los republicanos aprovecharon rápidamente para calificar la votación del martes como un referéndum sobre Obama, cuyos niveles de popularidad han caído hasta el 45%, mientras crece la frustración de los estadounidenses por la estancada recuperación económica y una tasa de desempleo que se mantiene en el 9%.

"Esta es una elección histórica. El pueblo de este distrito nos ha pedido enviar una mensaje a Washington y espero que lo hayan escuchado fuerte y claro", dijo Turner desde su cuartel general al anunciar su triunfo en un discurso retransmitido por televisión.

"Estamos listos para decir 'Señor presidente, vamos por el camino equivocado'", agregó.