Los electores de Alabama y Misisipi, los dos estados más pobres de Estados Unidos que hoy celebran primarias republicanas, van a las urnas pensando en elegir "el mejor candidato" para derrotar a Barack Obama en noviembre y que mejore la economía.
El favorito a nivel nacional entre los republicanos, Mitt Romney, espera dar otro paso que lo acerque a su esperada nominación del partido, mientras que su principal rival, el exsenador Rick Santorum, busca consolidar su estatus como la alternativa más viable contra el ex gobernador de Massachusetts.
Mientras tanto, el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich vive un día en el que se juega el todo por el todo y ha hecho en los últimos días una agresiva campaña para lograr que los estados del sur reactiven su alicaída carrera por la nominación del Partido republicano como candidato presidencial.
Gingrich "tiene la experiencia para hacer algo para poner a punto el país. Y además lo quiero ver derrotar a Obama", dijo Pat Grannan, de 67 años, en un centro de votación en Long Beach, en Misisipi.
Susie Webb y su marido David, ambos retirados, votaron por Romney, a quien consideran el candidato más sólido para recuperar la prosperidad económica del país y capaz de derrotar a Obama en las elecciones presidenciales del 6 de noviembre.
"Creo que va a vencer a Obama, y creo que nos va a sacar de este pozo", dijo Susie antes de que su marido aclarara: "No somos tan conservadores socialmente. Somos fiscalmente conservadores", indicó David.
También hubo votantes del ultra conservador Rick Santorum, aunque eran los menos en los centros de votación en comparación con los seguidores de Gingrich y Romney, que según las encuestas protagonizan en ambos estados una reñida primaria, donde el expresidente de la Cámara de Representantes aventaja por uno o dos puntos al exgobernador de Massachusetts.
Según la media de Real Clear Politics, la diferencia es de apenas 33-31% a favor de Gingrich en Misisipi y 27-26,8% a favor de Romney en Alabama