El representante palestino ante la ONU, Riyad Mansour, presentó en las Naciones Unidas la carta oficial con el pedido de adhesión de Palestina a la Corte Penal Internacional (CPI), lo que le permitiría demandar ante la justicia internacional a dirigentes israelíes.

La demanda será analizada por el secretario general de la organización, Ban Ki-moon, quien comunicará a los Estados miembro de la CPI el pedido palestino en un plazo de 60 días.

"Es un paso muy importante", declaró Mansur. "Buscamos obtener justicia para todas las víctimas ultimadas por Israel, la potencia ocupante", agregó.

Exasperado por el bloqueo del plan de crear un Estado palestino independiente, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, puso el miércoles en práctica una amenaza esgrimida desde hace varios años y firmó el pedido de adhesión a la CPI, que fue presentado el viernes en la ONU.

La misión de la Corte, con sede en La Haya, consiste en perseguir a los autores de genocidios, crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra.

Se supone que la adhesión a la CPI permitirá a los palestinos emprender acciones legales contra dirigentes israelíes por su conducta en diferentes guerras, como la de julio-agosto de 2014 en Gaza, e incluso por sus acciones como ocupantes.

Con este pedido, Abas responde al fracaso del martes de varios meses de esfuerzos para que el Consejo de Seguridad aprobara un proyecto de resolución que le daba a los israelíes tres meses de plazo para evacuar los territorios ocupados.

La demanda de adhesión a la CPI parece ser una de las últimas cartas de Abas. Tras meses de tensiones, es percibida por altos dirigentes israelíes como una declaración de guerra diplomática.

"Esperamos que la CPI rechace la demanda hipócrita de la Autoridad Palestina, que no es un Estado, sino una entidad vinculada a una organización terrorista, Hamas", afirmó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu/AFP.