Reiteran prohibición de caza de tiburones y veda de cangrejo | El Nuevo Siglo
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Martes, 13 de Junio de 2017
Redacción Nacional

Ante las recientes denuncias de caza de tiburones en el archipiélago de San Andrés, Coralina rechazó esta práctica y recordó la prohibición de la caza de este tipo de especies así como las sanciones existentes por esta práctica considerada delito y la veda que existe para el cangrejo negro.

Teniendo en cuenta la sentencia del Tribunal Contencioso Administrativo debido a la acción popular para la protección de los tiburones en el departamento Archipiélago y, las medidas impartidas por la juez Noemí Carreño Corpus en la última audiencia del 2016 en cuanto a las especies claves que forman el grupo de los tiburones Coralina, viene desarrollando e implementando una serie de actividades y estrategias para proteger esta especie marina, reiterando que este tipo de especies (tiburones) está prohibida su caza.

El tiburón se convierte en un referente obligado para la conservación de la biodiversidad de nuestra Reserva de Biosfera Seaflower. Refleja el número de especies conocidas en nuestro territorio insular (2354 spp) e incluye dentro del componente peces (731 spp) el grupo de los tiburones, rayas y quimeras (46 especies).

El Director de la Coralina indico que ya se encuentra en la investigación por los hechos denunciados y las personas culpables de este delito pueden hasta pagar con varios años de cárcel de acuerdo a las leyes existentes.

Así mismo, en pro de continuar apoyando las medidas que aseguren la conservación y mitigación de los impactos negativos, sobre la poblaciones de las especies autóctonas del Archipiélago y con el fin de preservarlas, recuerda a la comunidad en general de las islas las fechas en que se ejerce la veda de Cangrejo Negro y, donde se prohíbe la caza de este producto propio de las islas.

El Cangrejo Negro o Black Land Crab es un componente importante en la dieta, cultura y tradición Isleña. Por su valor nutritivo y sabor, es el principal animal terrestre capturado y parte Fundamental de la comida típica por generaciones. Ha jugado un papel cultural importante, siendo objeto de canciones e historias, elementos que sin lugar a dudas lo convierten en símbolo de identidad de la comunidad nativa.

El cangrejo negro representa un recurso vital para las islas del archipiélago, teniendo gran relevancia económica, en la identidad cultural y tradicional. Una gran cantidad de personas de las islas subsisten gracias a la comercialización de este producto.

A nivel ecológico cumple un rol importante en los bosques secos de las islas Caribeñas en donde habita. Al alimentarse selectivamente de frutos, brotes y hojas de ciertas especies son determinantes de la estructura de los bosques. También se alimentan de carroña y de materia orgánica en descomposición, aportando al recirculación de materia y energía. Las madrigueras en donde se resguardan aumentan la oxigenación y retención de agua del suelo. Esto es particularmente importante en zonas con limitaciones de abastecimiento de agua.

En el año 2002, Coralina desarrolló el proyecto titulado “Sustaintable management of the black Land crab, San Andrés, Archipiélago, Colombia”, financiado por UK Darwin Initiative, del cual se obtuvo importante información biológica y ecológica esencial para emitir la Resolución 1132 de 2005, que actualizó la reglamentación existente e introdujo tallas mínimas de captura (60 m ancho caparazón) válida durante cualquier época del año y la restricción a la velocidad (20 km/h) en horario nocturno en zonas de mayor presencia durante las migraciones reproductivas. Desde el siguiente año la Corporación inició actividades de monitoreo del cangrejo negro durante su Época reproductiva.

El estado de las poblaciones de cangrejo negro en el Archipiélago es preocupante, debido a la sobre explotación, la degradación de su hábitat y a un posible aislamiento genético (Baineet al., 2007). Durante la época de desove son más vulnerables a la captura, por lo que miles de individuos son atrapados indiscriminadamente sin importar su tamaño, sexo ni estado de madurez.

Por otro lado durante la migración reproductiva mueren una gran cantidad de cangrejos que son aplastados por los vehículos que transitan por la carretera que rodea la isla. Las zonas boscosas del archipiélago son taladas para aprovechamiento de madera y para establecer cultivos y criar ganado. Esto reduce su hábitat, amenazando aún más sus poblaciones.

Por último existe una hipótesis que sugiere que las poblaciones de G. ruricola del Archipiélago se encuentran manteniéndose a sí mismas y el reclutamiento proviene de las larvas que son liberadas en las mismas islas, permaneciendo en un posible aislamiento genético que aportaría aún más a la degradación de este recurso.