Fueron puestas en operación las obras de modernización de la Línea Tibitoc–Casablanca.
A través de esta línea, cuya modernización fue habilitada por la administración de Bogotá, se abastece con agua potable a los habitantes de la capital del país ubicados al occidente de la Avenida Boyacá y a los municipios de Chía, Cajicá, Funza, Madrid y Mosquera donde viven y trabajan más de tres millones de ciudadanos.
Tibitoc-Casablanca es la segunda red de distribución de acueducto más importante del centro del país. Transporta el líquido desde la Planta de Tibitoc, en el municipio de Tocancipá, hasta el Tanque Casablanca en Ciudad Bolívar, al sur de Bogotá. A su paso abastece con agua potable al 30 por ciento de la Capital.
Esta tubería matriz, construida hace 40 años, fue sometida en el último año a trabajos de rehabilitación por parte de la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá EAAB-ESP para protegerla contra terremotos y para disminuir las fisuras o rupturas que puedan poner en riesgo el suministro de agua para Bogotá y la Región.
Más de 500 empleados renovaron 5,1 kilómetros del primer tramo de la red de distribución a más de 3 metros de profundidad en las entrañas de los municipios de Tocancipá y Sopó y hasta el límite norte de Bogotá, sin generar impactos en el tráfico o la cotidianidad de los habitantes de la región.
Con la modernización de la tubería, la capital del país quedó blindada con dos líneas de distribución, lo que además permitirá realizar obras de mantenimiento en Chingaza sin perder la continuidad en el servicio o someter a la ciudad a grandes racionamientos de agua.
Esta obra, ejecutada en tiempo récord, sin sobrecostos y de acuerdo al cronograma, absorberá también el aumento en la demanda de agua de la región en los próximos años.
El gerente del Acueducto de Bogotá, Alberto Merlano, sostuvo que “esta obra es estratégica debido a que garantiza la seguridad hídrica en la región, la sostenibilidad del territorio alrededor del agua y nos ayuda a enfrentar el cambio climático a través de la reducción de la vulnerabilidad del sistema de abastecimiento de agua en Bogotá y la región”.
De acuerdo con la información suministrada por la EAAB, la obra costó 27.000 millones de pesos y fue ejecutada por el consorcio rehabilitación Tibitoc conformado por la firma española Sogeosa y las empresas colombianas Oceisa e Idestra y con interventoría del Consorcio Intertibitoc conformado por la firma chilena SIGA Ingeniería SAS y la colombiana Restrepo y Uribe SAS.
Usando una tecnología de punta se hizo la inserción de la tubería nueva de 72 pulgadas la cual se encajó con doble anillo de soldadura y se revistió con concreto para evitar desgaste y corrosión. La obra generó más de 150 empleos directos y 300 indirectos en la región.