Células de cuatro a seis personas forman las avanzadas que las Farc han dispersado en ocho municipios de Urabá, Antioquia, de donde el Ejército las sacó entre 1996 y 2003. Su arribo intranquiliza a los pobladores de Mutatá, Chigorodó, Apartadó, Carepa, Turbo, Necoclí, Arboletes y San Pedro. A la vez, frena enormes inversiones anunciadas en vías e industrias. Coincidencialmente, en días cercanos, Gloria Cuartas e Iván Cepeda hicieron turismo político por Urabá. Y para asombro de los urabenses, el Gobierno acaba de exaltar como “amigos de la paz regional” a Carmen Palencia, Gloria Cuartas y los sacerdotes Francisco de Roux y Jaime Giraldo. Particularmente, la nueva situación de Urabá inquieta a 18.000 trabajadores campesinos que, desde 2003, venían gozando la libertad de pertenecer o no a un sindicato, además de la libertad personal.

“Lupe”, alcalde. Por unanimidad, los dirigentes del Conservatismo en Medellín ratificaron su apoyo a Luis Pérez Gutiérrez, “Lupe”, candidato a la alcaldía municipal. “Lupe”, afiliado al Liberalismo, ocupó esa posición en años anteriores. Fue lo que, en términos coloquiales, se dice “un buen alcalde”. No obstante que su liberalismo le viene de los tatarabuelos, por padre y madre, el jefe nacional de la colectividad sentenció que “Lupe” había dejado de ser liberal cuando votó por Juan Manuel Santos para presidente de la República. En consecuencia, le negó la “certificación de liberal”.

Nuevas autoridades. Imitando a los medios, el Gobierno nacional concede tratamiento de autoridades en temas éticos a León Valencia y Claudia López, jefes de Arco Iris. Esta ONG se especializó en identificar y hacer conocer presuntas dolencias éticas de políticos afiliados al Liberalismo y al Conservatismo. Su mirada diligente e imparcial no alcanza a cubrir la extrema izquierda.