El balance anual de Cerro Matoso del año calendario 2016, concluye que la empresa registra pérdidas netas, cumple con las metas en inversión social, logra la disminución de costos y aumenta la producción en 1% frente a la anterior vigencia; así lo reveló el presidente de Cerro Matoso, Ricardo Gaviria.
La producción reportada por la compañía para la vigencia mencionada fue de 37.091 toneladas de níquel contenido en ferroníquel. “Esto a pesar de la pérdida natural de calidad del mineral disponible en el depósito que nos ha trazado un importante reto para mitigar este impacto”, dijo Gaviria.
Explicó Gaviria que entre las estrategias ejecutadas por la compañía para lograr un punto de equilibrio se destacan: “dar inicio al Proyecto La Esmeralda con el cual esperamos incrementar la producción en veinte mil toneladas de níquel a lo largo de tres años. En la vigencia que terminó se redujeron los costos de operación y administración en 20%. Aún hay un reporte de pérdidas netas, sin embargo el aporte a Colombia por regalías se acercó a los $70 mil millones. Nuestras ventas netas fueron de un billón de pesos”.
En el informe entregado por la compañía se revela que los costos operativos del año 2016 fueron del orden de $845 mil millones y el valor pagado por Salarios y Beneficios a trabajadores y contratistas fue $147 mil millones. La inversión social de Cerro Matoso en los municipios del área de influencia a la operación de la mina ascendió a $17 mil millones.
Relación con los sindicatos
Gaviria destacó los acuerdos colectivos logrados con los dos sindicatos que existen en la empresa. “La vigencia es por tres años, hasta 2018. Lo que existe es un compromiso de las partes por la sostenibilidad de la empresa a futuro. La concertación es clave. Cerro Matoso mantiene beneficios extralegales superiores a los estándares del mercado laboral”.
“La empresa ha cumplido cabalmente con las normas expedidas por el Gobierno para mitigar el impacto de nuestra actividad de explotación del níquel, pero incluso hemos superado de lejos los compromisos. A la fecha tenemos 27.700 árboles sembrados en la región y se han rehabilitado 16 hectáreas y 900 más están conservadas”, precisó el alto directivo de Cerro Matoso.
Agregó Gaviria que se consolidó el programa de Gestión Ambiental Participativa en el cual se vincularon miembros de las comunidades del área de influencia. Las comunidades a instancias de Cerro Matoso se han capacitado en el SENA y tienen ya sus títulos de tecnólogos.
Inversión Social
El legado en educación, obras de infraestructura, mejoramiento en servicios básicos de supervivencia y en general en el diálogo social con las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas que viven en la zona de influencia de la mina reportó una inversión de $3.178 millones; la Alianza por lo Social aportó $12.088 millones; y el Proyecto Legado, una apuesta para formar emprendedores en otras áreas de producción diferentes a la actividad minera sumó $406 millones.
El impacto por el Proyecto La Esmeralda fue acordado y definido mediante dos Consultas Previas con las comunidades indígenas Zenú, cabildos de Puente Uré y Centro América. Las autoridades de esas poblaciones revisaron el estudio de impacto ambiental y al final se pactaron proyectos productivos, fortalecimiento de la cultura ancestral, mejoramiento de viviendas, construcción de planes de vida, formación empresarial y se impartió un diplomado en Regalías y Control Social.
“El yacimiento de La Esmeralda ocupa un área de aproximadamente cien hectáreas adyacente a la mina tradicional. Equivale a una sexta parte del terreno que ocupa la extracción principal. En la adecuación del terreno con la infraestructura requerida se emplearán en promedio de 150 a 200 personas para la construcción del puente”, subrayó Gaviria.