El cierre  de la radiotelevisión pública ERT, que resultó en el despido de unos 2.700 empleados, se inscribe en el marco de los compromisos del Estado griego por continuar las reformas y reducir el sector público, indicó ayer el primer ministro conservador Antonis Samaras.

"La supresión de 2.000 puestos de trabajo en el sector público, de aquí a finales de junio, fue firmada por los líderes de los tres partidos de la coalición de gobierno", se defendió Samaras ante los otros dos socios de la coalición gubernamental, los socialistas del PASOK y la Izquierda Democrática (Dimar), que expresaron su oposición al cierre de la ERT.

El PASOK exige la reapertura de ERT, sin dejar de reconocer, al igual que Dimar, que es necesario proceder a una reestructuración.

Grecia se comprometió ante sus acreedores (UE, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) a reducir el gasto público y a despedir a miles de funcionarios para fines de 2014, de los cuales 2.000 para fines de junio de 2013.

Cabe recordar que los partidos de centro-izquierda aliados del primer ministro griego Antonis Samaras volvieron a exigir el sábado la reapertura total de la radiotelevisión pública ERT, rechazando la propuesta del jefe de gobierno de restablecer parcialmente el servicio.

"No estamos de acuerdo con esa propuesta y reclamamos la anulación del acto legislativo" que permitió el cierre unilateral de ERT, dijo a la AFP Andréas Papadopoulos, portavoz del pequeño partido de izquierda DIMAR, que integra el gobierno junto al PASOK (socialistas) y el partido conservador de Samaras.

El decreto que ordenó el cierre de la televisión fue firmado sólo por Samaras y el ministro de Finanzas, Yannis Stournaras, sin el acuerdo de Dimar ni del PASOK.

Ese decreto sacó de las pantallas a todos los canales de la televisión pública y de las ondas a todas las radios públicas del país.

Minutos después de la firma del decreto, la policía tomó el control de las antenas emisoras, algo nunca visto desde la creación en 195 de la Unión Europea de Radio Televisión, a la cual pertenece ERT./AFP