El acuerdo nuclear con Irán no pretendía reformar al régimen de ese país, sino simplemente evitar que Teherán desarrollase una bomba atómica, dijo este martes a legisladores estadounidenses el secretario de Estado, John Kerry, quien defendió el controvertido acuerdo.
En su segunda comparecencia ante el Congreso en menos de una semana, el responsable de la diplomacia estadounidense dijo que el acuerdo alcanzado este mes con Irán era el mejor acuerdo posible, y que una alternativa como la sugerida por los republicanos era una "quimera".
"Permítanme subrayarlo: la alternativa al acuerdo que hemos alcanzado no es un acuerdo mejor (sino) una suerte de quimera que contempla la total capítulación de Irán", advirtió Kerry ante la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
"Es una fantasía lisa y llana", afirmó, y agregó que el rechazo del acuerdo le daría "luz verde" a Irán para proseguir con sus esfuerzos para enriquecer uranio.
Los legisladores republicanos no han dejado de criticar el acuerdo que Washington y otras cinco potencias mundiales firmaron con Irán, por el cual la República Islámica se compromete a permitir el control de su programa nuclear por la comunidad internacional a cambio del levantamiento gradual de las sanciones económicas que afectaron severamente su economía.
En respuesta a los críticos que los acusan de no haber obligado a Irán a reconocer el derecho a la existencia de Israel o a renunciar a apoyar a grupos terroristas, Kerry dijo que el acuerdo sólo se enfocó en el programa nuclear iraní y su propósito era únicamente evitar que Irán se dotara de un arma atómica.
"Este plan se diseñó sólo para resolver el tema nuclear, no para reformar al régimen iraní o para poner punto final a su apoyo al terrorismo, o su contribución a la violencia sectaria en Medio Oriente", declaró Kerry.
Pero la oposición republicana hace varios reproches: el procedimiento de inspección de áreas militares iraníes, la probable transferencia de una parte del nuevo "flujo financiero" iraní al grupo Hezbollah, los riesgos para Israel, que se opone al acuerdo; el levantamiento del embargo ligado a misiles balísticos en ocho años.
Exasperado por el bombardeo de preguntas y críticas, Kerry subrayó que es mejor un Irán hostil pero sin arma nuclear, que un Irán hostil y nuclear, aunque ello no conformó a los republicanos.
"Para los estadounidenses Irán es un cocodrilo o un tiburón que hace lo que quiere, y le daremos más dientes para ver si actúan de manera diferente", se lamentó acaloradamente el legislador republicano Scott Perry.
Su correligionario Jeff Duncan mostró fotos de cuatro estadounidenses presos en Irán, reclamando que "su liberación debería ser una precondición para toda discusión con Irán".
"¿Es todavía la política del ayatolá, según usted, destruir a Estados Unidos?", preguntó retóricamente por su lado el también republicano Ted Poe.