Los senadores de la Comisión Séptima están preparados para asumir el estudio de la reforma a la salud que llegará en las próximas horas al Congreso.
La senadora del Partido Verde, Gilma Jiménez, cree que el legislativo debe ponerle toda la atención a la reforma. Para ella, “si la reforma a la salud es de verdad, habrá que dedicarnos exclusivamente con nuestras neuronas al tema de la salud”.
Lo que la senadora Jiménez ha indicado en varias oportunidades es que espera que el gobierno sea claro en la reforma que se presentará. La senadora Jiménez señaló que ahora lo que toca es que el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, les entregue un derrotero de lo que se debe hacer.
El senador del Polo Democrático, Mauricio Ospina, expresó que “el país debe conocer a ciencia cierta qué y cuáles son los intereses que están detrás de la nueva reforma a la salud, y quiénes están detrás de los mismos”.
Y anotó el congresista vallecaucano que la anunciada reforma es atropellada y por consiguiente le solicita al Gobierno que rectifique el rumbo de las propuesta sociales.
Sobre el ministro Gaviria, Ospina manifestó que para él es claro que el alto funcionario “es uno de los economistas más respetados del país, analista de grandes medios de comunicación y formador de jóvenes en esta disciplina académica, como decano de la Universidad de Los Andes, sobre el cual sobran los calificativos positivos. Pero no hay nada claro hacia qué intereses apunta su discurso, y que claramente se verían favorecidos con este concertado cambio en las reglas de juego”.
Para el senador y médico guajiro Jorge Ballesteros, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), consideró que “la reforma al sistema de salud pretende acabar con la intervención de las EPS, las cuales dejarán de manejar los recursos del sector y los giros se harán directamente del fondo del Gobierno a las clínicas”.
En concepto del congresista Ballesteros, las Entidades Promotoras de Salud (EPS) se encargarán sólo de gestionar los riesgos en salud, cumpliendo algunas labores administrativas que tienen que ver con la organización de las redes de servicio, la auditoría de cuentas, los resultados en salud, los indicadores, mirar cuáles son las tareas que se han venido cumpliendo y autorizar los pagos que vaya a hacer la nueva figura que aparece también, el Fondo Único de Recaudos de Afiliación y Pago a los Prestadores de Servicios.
Ballesteros anotó que la idea con la reforma es evitar que los dirigentes políticos manejen el sistema de la salud, y concluyó que “estamos trabajando conjuntamente con el gobierno, para depurar todo lo relacionado con lo que será el contexto general de esta gran reforma a la salud”.
Entorno a la reforma a la salud, antes de ser llevada al Congreso y pasarla por la mesa de Unidad Nacional, el ministro Gaviria se reunió con los mandatarios de Atlántico, Cundinamarca, Cesar, Guaina, Risaralda y Santander, con quienes discutieron la reforma.
En dicho encuentro el gobernador de Risaralda, Carlos Alberto Botero, dijo que “la reforma a la salud es la más importante que tiene pendiente el Gobierno Nacional, en la medida en que las fallas del sistema afectan de forma directa a todos los colombianos. Por lo anterior, le hemos solicitado al ministro Gaviria imprimirle mayor celeridad y radicar el proyecto con mensaje de urgencia en el Congreso”.
Acerca de esta reforma, el médico Carlos Fernando Vargas aseveró que “el núcleo de la reforma radica en quién va a manejar los recursos. Y aquí cabe preguntarse: ¿por qué fue necesario llegar a esta reforma?, ¿son insuficientes los recursos?, ¿hay negligencia en su manejo? o ¿todo es culpa de la corrupción que ha campeado en el sistema?”.