El anuncio del referéndum griego, que pone en peligro el plan europeo contra la crisis de la deuda en Grecia, ha puesto en ebullición al mercado secundario de la deuda.
El pánico en los mercados financieros se originó tras el anuncio por el anuncio del primer ministro griego, Giorgos Papandreu, de convocar un referéndum para que la población apruebe o rechace el paquete de medidas acordado laboriosamente el pasado 27 de octubre por Europa para poner fin a dos años de crisis en Grecia y evitar el contagio a otros países.
"Vuelve la incertidumbre porque no se había previsto este escenario. Y pone en peligro todo lo decidido hasta ahora", explica Patrick Jacq, estratega del BNP Paribas.
En consecuencia, los inversores se refugiaban en la deuda de los países más sólidos de la zona euro, con Alemania a la cabeza.
Los bonos alemanes a diez años pagaban 1,770% a las 17H00 GMT, mientras los de Francia se situaban en 2,950%. La primera de riesgo de Francia, que al igual que Alemania cuenta con la máxima nota, triple A, alcanzaba los 120 puntos básicos, un nivel nunca visto hasta ahora.
"Todo el mundo se refugia en la deuda alemana y los países periféricos sufren", dice Jacq.
Los intereses que paga Grecia por captar dinero en el mercado libre era de 23,441%, y la de Italia, cuya prima de riesgo subió a 450 puntos, se elevó a 6,181%, cerca de su nivel histórico (6,397%). En cambio, el rendimiento de España cayó al 5,506%.
Señal de los temores crecientes de los inversores, los contratos de seguros contra el riesgo de impago de la deuda, los CDS (credit default swaps), avanzaban en la mayoría de los países de la zona euro.
Los inversores temen que el referéndum, que podría celebrarse en enero, deje en papel mojado el plan de ayuda europeo y lleve a Grecia a la quiebra, con un efecto de bola de nieve para el resto de los países en dificultades.
"Si el referéndum fuera negativo, estimamos que nadie sabe lo que podría pasar", dice Ciaran O'Hagan, estratega del banco francés Société Générale.
Para Capital Economics, esto aumenta "los riesgos de un impago más importante y desordenado de Grecia y finalmente una salida del euro".
La jornada podría haber sido todavía peor para Italia y España, si el Banco Central Europeo, cuyo nuevo presidente, el italiano Mario Draghi, asumió sus funciones como gobernador, no hubiese comprado deuda de estos países en el mercado secundario.
Este anuncio inesperado de Grecia se produce tres días antes de la cumbre del G20 que se celebra en Cannes, sur de Francia el jueves y viernes.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, anunciaron este martes su "determinación" para poner en marcha el plan de ayuda.
Este miércoles se reúnen en Cannes con el FMI y las autoridades europeas, y después lo harán con el ministro griego, Giorgos Papandreu, que el viernes se somete a una moción de confianza en el Parlamento griego.
"Se impone una decisión política fuerte y amplia de Europa. No es posible esperar el resultado de este referéndum", dice Christian Parisot, economista de la agencia de corretaje Aurel BGC.
La agencia de calificación financiera Fitch Ratings alertó que un "no" en el referéndum griego amenazará la "viabilidad" de la zona euro.
Sin embargo, "a la velocidad a la que se suceden las cosas, el referéndum podría no celebrarse", advierte Jacq, que recuerda que el gobierno griego podría caer antes.
AFP