La reina Isabel II pidió este viernes unidad a los escoceses, que rechazaron en referéndum la secesión del Reino Unido y que ha llevado al líder de los independentistas, Alex Salmond, a renunciar a su cargo de primer ministro.
Pese al resurgimiento del nacionalismo en las últimas semanas de la polarizada campaña, el "no" a la independencia logró el 55,30% de los votos, frente al 44,70% del "sí".
Salmond, primer ministro de Escocia desde 2007 y líder del Partido Nacional Escocés (SNP), anunció su que dejará sus cargos en noviembre.
"Creo que al partido, al parlamento y al país les vendrá bien un nuevo liderazgo", dijo.
El primer ministro británico, David Cameron, no escondió su alegría, con este resultado, que pone fin al debate sobre la independencia al menos "por una generación".
La reina Isabel II, la monarca de todos los británicos, pidió en un mensaje especial que regrese la concordia al Reino Unido.
"No tengo duda de que los escoceses, como muchos otros en el Reino Unido, son capaces de expresar sus profundas convicciones antes de volver a unirse en un espíritu de respeto mutuo", dijo la reina, que actualmente se encuentra en su residencia estival de Balmoral, en el noreste de Escocia.
Pese a los deseos de la soberana, en Glasgow se registraron algunas tensiones obligando a la policía montada a poner paz entre centenares de unionistas y proindependentistas enfrascados en una trifulca en la Plaza de San Jorge.
Tres personas fueron detenidas y la calles adyacentes a la plaza quedaron cerradas mientras la policía dispersaba a los manifestantes que se desplazaron a otras zonas del centro de la ciudad.
"Estoy decepcionado, pero las cosas seguirán como estaban, así que tampoco va a cambiar mi vida", dijo a la AFP Danny Trench, de 23 años, camino al trabajo en Edimburgo, tras conocer el resultado del referéndum.
"Estamos muy felices de que Escocia siga estando con nosotros", dijo el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, que tacha de inconstitucional la consulta independentista que pretende celebrar el gobierno de Cataluña.
El parlamento catalán aprobó horas después del resultado en Escocia una ley para permitir su referéndum, convocado unilateralmente por el gobierno regional el próximo 9 de noviembre.
- Gran Bretaña confirma su nota -
El resultado ha tranquilizado a muchos en el resto de Gran Bretaña que temían el incierto futuro de una separación, así como a los mercados financieros que han llevado la libra a su máximo en dos años con respecto al euro.
La agencia de calificación Moody's confirmó la nota de Gran Bretaña en "Aa1".
La posibilidad de poner punto final a 307 años de historia común entre Inglaterra y Escocia ha llevado al gobierno de Cameron a prometer más competencias para Escocia.
"Vamos a honrar ese compromiso", dijo Cameron este viernes, que anunció sin embargo que cualquier "trato nuevo y justo para Escocia" se ampliará a Irlanda del Norte y Gales, pero también a Inglaterra, la única de las cuatro regiones constituyentes del Reino Unido sin parlamento ni gobierno autónomo propio.
Los escoceses "lograrán la mayoría de las cosas de un Estado independiente, sin los riesgos", pronosticó Tony Travers, profesor del departamento de gobernanza de la London School of Economics, que considera que el resultado de este referéndum será una "versión de Gran Bretaña más federal".
Sin embargo, en las calles de Edimburgo, los independentistas no se acaban de creer las promesas del gobierno británico de otorgar más autonomía a Escocia.
"Espero que las cumplan, pero lo dudo. No confío en absoluto en los conservadores", dijo Laura-Beth Salter, de 30 años, profesora de música que votó "Sí".
- Europa respira aliviada -
Entre tanto, Europa respira aliviada con el resultado en Escocia, que podría haber provocado un contagio a otras regiones del bloque.
El resultado del referendo escocés es "bueno para una Europa unida, abierta y fuerte", dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
"Confieso: el resultado me alivia", declaró por su parte el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz.
El presidente estadounidense, Barck Obama, también saludó la victoria del "No".