El presidente de Ecuador, Rafael Correa, solicitó el sábado al Parlamento, controlado por el oficialismo, establecer la reelección indefinida de todos los cargos populares, lo que le permitiría postular para renovar su mandato en los comicios de 2017.
El gobernante pidió al Legislativo que enmiende la Constitución para "establecer la reelección indefinida en todos los cargos de elección popular para que sea el pueblo ecuatoriano el que con toda libertad elija la continuidad o alternanza de sus dirigentes".
"En lo personal, pueblo ecuatoriano, queridas hermanas y hermanos, mi decisión sobre una nueva candidatura presidencial la tomaré en función de lo que decida el movimiento al que me pertenezco, Alianza País (AP), y las condiciones previas a la elección de 2017", remarcó Correa, en el poder desde enero de 2007.
Al presentar su informe anual de labores ante el Parlamento unicameral, el presidente insistió en su posición de que "mi cargo siempre estará a disposición del pueblo ecuatoriano".
La actual Constitución ecuatoriana autoriza la reelección por una sola vez, consecutiva o no, para todos los cargos de elección popular.
El jueves pasado, la legisladora oficialista Soledad Buendía propuso a su bloque aprobar enmiendas a la Constitución que permitan la reelección indefinida de todos los cargos sometidos a elección popular.
Buendía planteó cambios en dos artículos de la Carta Magna, vigente desde 2008 y que fue promovida por el gobierno de Correa, reelegido en 2013 para un período de cuatro años.
Alianza País, que lleva una decena de victorias electorales en línea, controla el Parlamento al contar con 97 de los 137 curules, y las enmiendas constitucionales requieren el voto de las dos terceras partes de sus miembros, o sea 92 legisladores.
A raíz de un revés electoral en los comicios locales de febrero pasado, en los que el oficialismo perdió la alcaldía de Quito, su mayor bastión, y de otras importantes ciudades, Correa había anunciado que analizaría la posibilidad de lanzarse a otra reelección en 2017.
En medio de gritos de "reelección, reelección" en el plenario de Parlamento, Correa dijo que en principio era contrario a que la Carta Magna autorice la continuidad en el cargo, pero que habría revisado esa posición.
"Mi posición sincera, auténtica, como la gente me conoce, siempre fue contraria o a lo sumo de análisis y espera", señaló el jefe de Estado, apuntando que luego de una profunda reflexión y "teniendo claro que algunas veces tan solo puede elegirse el mal menor" decidió pedir las enmiendas para dar luz verde a la reelección.
- "Vienen tiempos duros" para el país -
Correa, quien goza de alta popularidad y cuya gestión es aprobada por un 80% de los ecuatorianos, según encuestas, también alertó que "se vienen tiempos duros" para el país.
El mandatario denunció que con la complicidad de ciertos medios de comunicación, de algunos gobiernos locales, de la derecha nacional e internacional y de la "supuesta extrema izquierda de siempre, se nos prepara un golpe (de Estado) suave al estilo del que está sufriendo Venezuela".
"Hay una restauración conservadora en marcha con la complicidad de la supuesta izquierda radical, realmente aún más conservadora. La responsabilidad de defender este proceso no es solo de este gobierno sino de todos los ciudadanos. No podemos permitir que las oligarquías (...) pretendan imponerse a las grandes mayorías", precisó el presidente.
Correa, fundador de Alianza País, con la cual ganó la elección presidencial de 2006, dijo finalmente que estará en el puesto que le "exija el momento histórico. Ojalá algún día ya no sean necesarios esta clase de cambios institucionales", manifestó el líder de la "Revolución Ciudadana", como denomina a su gobierno.