El gobierno y el Eln reiniciaron en Quito los diálogos con que buscan superar medio siglo de conflicto, en un segundo ciclo de conversaciones en el que esperan concretar una disminución de la violencia, indicaron ambas partes.
Delegados del gobierno de Juan Manuel Santos y del Eln, así lo manifestaron antes de reunirse con el saliente presidente ecuatoriano Rafael Correa, anfitrión y facilitador de las pláticas lanzadas en febrero.
"Ojalá podamos pactar un cese bilateral que acompañe estas conversaciones desde el inicio, no al final", dijo a periodistas Pablo Beltrán, nombre de guerra del jefe de la delegación de paz del ELN, al ingresar a la casa presidencial.
El líder rebelde enfatizó que el ELN busca "de verdad" pactar un alto al fuego recíproco. "De eso se trata, para eso venimos a estas conversaciones", apuntó.
Por su parte, Juan Camilo Restrepo, jefe negociador de Santos, manifestó el anhelo del gobierno colombiano de "proseguir" los esfuerzos para lograr la paz, cuyas negociaciones se desarrollan sin una tregua con el ELN.
"Llegamos a este segundo ciclo con el ánimo y la decisión de lograr acuerdos concretos de desescalamiento (de la violencia) y de protección de la población civil a la luz del Derecho Internacional Humanitario", indicó la delegación gubernamental en un comunicado.
Santos, decidido a alcanzar la "paz completa" en Colombia tras sellar en noviembre pasado un histórico pacto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), principal y más antigua guerrilla del continente, saludó en Twitter la reanudación de las conversaciones y agradeció el apoyo de Correa.
El electo mandatario ecuatoriano, el oficialista Lenín Moreno, que asumirá el próximo 24 de mayo, dijo días atrás: "Hemos ratificado que el Ecuador sea la sede permanente de los diálogos de paz. Lo seguiremos siendo hasta que el objetivo se consiga".
La fase pública de negociaciones, de las que Ecuador es garante junto con Brasil, Cuba, Chile, Noruega y Venezuela, se instaló el 8 de febrero en Quito, luego de casi cuatro años de contactos confidenciales.
La segunda ronda -que debía iniciar el 3 de mayo- arrancó con el desayuno con Correa y continuará este miércoles en una antigua hacienda jesuita en Sangolquí, en las afueras de Quito.
En la rueda inicial, que concluyó el 6 de abril, las dos delegaciones pactaron impulsar un plan piloto de desminado humanitario.
El cruento conflicto armado colombiano ha dejado 220.000 muertos, 60.000 desparecidos y 6,9 millones de desplazados.