El pedido de “perdón” por parte del Eln tras el asesinato a sangre fría días atrás de dos contratistas de una empresa petrolera en un paraje rural de Teorama (Norte de Santander) sorprendió a varios sectores políticos, económicos, sociales, de derechos humanos y hasta regionales. Aunque no es la primera vez que esa guerrilla atenta contra trabajadores de empresas del sector de hidrocarburos, nunca había admitido que se trató de un error, ya que siempre justifica los ataques y asesinatos como parte de su campaña contra la explotación de los recursos naturales por parte de las multinacionales del crudo. Incluso el Eln no pide excusas cuando ataca los oleoductos y el crudo derramado termina contaminando ríos, quebradas, acueductos o generando incendios forestales.
Impacto al proceso
¿Por qué pidió perdón en esta ocasión? La respuesta, según analistas, es muy sencilla: el impacto que tuvo semejante acto de sevicia y barbarie (asesinar a sangre fría y con francotiradores a dos operarios de una máquina retroexcavadora) en el escenario que se ha ido consolidando alrededor de los diálogos preliminares de paz que se desarrollan en Ecuador y que, se supone, deberían dar en pocas semanas (incluso se habla de antes de la primera quincena de octubre) un anuncio oficial sobre la instalación de una mesa oficial de diálogos y negociación con el gobierno Santos.
Viraje
Un exintegrante de una comisión de la llamada “sociedad civil” que dialogó en años pasados con el Eln le indicó ayer a un periodista de EL NUEVO SIGLO que la cúpula de esa facción subversiva siempre ha sido muy renuente a pedir excusas o perdón por sus acciones de guerra, por más evidente que haya sido la barbarie de la misma o la afectación de civiles ajenos al conflicto. “… Al Eln no le gusta pedir perdón, considera que se debilita su posición y son más de la línea de que la guerra tiene unos costos y daños multilaterales que deben ser asumidos… No más mire lo que pasó con el ataque en Machuca, tardaron más de 11 años en pedir perdón de manera oficial pese a la barbaridad que cometieron”, precisó la fuente consultada, que pidió la reserva de su nombre.
Caso Machuca
El ataque en Machuca, un corregimiento del municipio de Segovia (Antioquia), ocurrió el 18 de octubre de 1998, cuando los guerrilleros dinamitaron en horas de la noche el gasoducto que cruza por ese paraje rural y la explosión fue de tal magnitud que generó un incendio de grandes proporciones que consumió más de la mitad de la vereda y causó la muerte a más de 80 personas y dejó a una treintena gravemente heridas. Las escenas del entierro colectivo de las decenas de víctimas marcaron por años al país. En el 2004 la cúpula del Eln, llamado “Comando Central” (Coce) fue condenada a 40 años de cárcel por esta masacre.
11 años después
Sólo hacia finales de 2011 el Coce del Eln se decidió a pedir perdón por semejante acto de terrorismo y violatorio del DIH. "Consideramos importante seguir esclareciendo a todos los colombianos y a la comunidad internacional, que dicho suceso nada tiene que ver con nuestra política, pues jamás ha sido ni será propósito del Eln, causar daño alguno al pueblo. Dicho suceso nunca fue pensado ni planeado para producir tal daño, ello no nos exime de responsabilidades, pero no se puede confundir con un hecho premeditado…", dijo el Coce.