Reversazo rojo | El Nuevo Siglo
Jueves, 12 de Mayo de 2016

Fueron varias las hipótesis en torno a por qué los liberales reversaron su decisión de salirse de la Unidad Nacional. Por ejemplo, para varios senadores lo que quedó claro es que funcionó la ‘rebelión’ silenciosa de una parte de la bancada liberal que consideró demasiado extrema la salida de la coalición y más aún sin que antes se hubieran analizado más a fondo las consecuencias de la decisión. Es más, varios congresistas rojos, en privado, admitían que hubo apresuramiento para concluir qué tan mal o qué tan bien quedó ese partido en el remezón ministerial y de otros altos cargos.  “… Como el remezón fue tan dilatado y a lo largo de tres semanas, la primera reacción de los liberales al tema ministerial fue de inconformismo, pero luego fue evidente que el Gobierno trató de equilibrar las cargas en la designación de otros funcionarios de institutos y agencias, y allí el liberalismo volvió a recuperar terreno burocrático, y la rabia inicial fue disminuyendo”, dijo a EL NUEVO SIGLO un parlamentario de La U.

 

Lobby político

Otra hipótesis que circuló el martes en la tarde en el Congreso se refería a que la rebelión de los liberales terminó siendo neutralizada por el propio Santos y su nuevo secretario general de la Presidencia, Luis Guillermo Vélez, quienes lograron disuadir  a Serpa y compañía de abandonar la coalición tras una semana de intensos contactos políticos de lado y lado. “ … Los liberales querían un trato similar al que tiene el vicepresidente Vargas Lleras con el Jefe de Estado… Es decir, que dialogan directamente y sin intermediarios, lo que finalmente terminó ocurriendo en el desayuno del pasado martes en la Casa de Nariño entre Santos y la Dirección de esa colectividad”, sostuvo otro parlamentario consultado por este Diario.  

 

Pecado & género

Sin embargo un Representante a la Cámara liberal tiene una tesis “más aterrizada”, según la cual lo que se terminó concluyendo tras la rebelión por el reacomodo en la cúpula gubernamental  es que lo liberales podían estar cerrándose espacios por cuenta propia, ya que quedarse por fuera de la Unidad Nacional pero respaldar al Gobierno en la paz y otras temáticas es como “quedarse con el pecado y sin el género”. En otras palabras, que no valía la pena poner en peligro la rotación de las mesas directivas en el Congreso o arriesgarse a perder cuotas de representación en el alto Gobierno a corto y mediano plazos, si de todas maneras el Vicepresidente “no se va a mover” del cargo este año, ya que los liberales querían presionar su renuncia.

 

Ministros nuevos

En los círculos políticos del Senado y la Cámara no son pocas las opiniones que sugieren que varios de los nuevos ministros están ‘biches’ para medirse a los debates en el Congreso y se les nota que no tienen  la capacidad de maniobra política que se requiere allí. Por lo mismo, hay senadores que consideran que, al menos en las primeras de cambio, los ministros nuevos en el Parlamento deberían estar ‘apadrinados’ por los de más experiencia y bagaje político, para evitar así polémicas innecesarias con los congresistas debido a las primiparadas  o el ‘exceso de entusiasmo’ de los nuevos titulares de cartera.