¿Regaño a Garzón?
El miércoles en la noche circularon versiones acerca de que el presidente Santos le iba a hacer una amable reconvención al vicepresidente Angelino Garzón por sus duras declaraciones contra la propuesta de incremento salarial de 3,5 por ciento para 2013 que hicieron los empresarios en la Mesa de Concertación. Sin embargo, la versión no pasó de un simple rumor e incluso algunos congresistas a los que se les indagó al respecto indicaron que sería un error mediático del Jefe de Estado regañar a Garzón por un tema de tanta sensibilidad popular como lo es el incremento salarial.
Remember…
Incluso uno de los parlamentarios trajo a colación el hecho de que en el gobierno Pastrana tanto Santos como Garzón eran ministros, el primero de Hacienda y el segundo de Trabajo, y en más de una ocasión los dos chocaron por temas relacionados con política salarial. “… El presidente Pastrana no intervenía en el tema y, por el contrario, se consideraba que los debates públicos entre ambos ministros le terminaban sirviendo a la imagen de un Gobierno que sufría continuos altibajos por cuenta de los avances y retrocesos en el proceso de paz”, precisó uno de los senadores consultados.
¿Prohibición?
Lo que sí generó una reacción fue la comparación hecha por Garzón en torno de que le iba mejor a una persona que pide limosna que a un trabajador que devenga el salario mínimo. Un senador, que pidió la reserva de su nombre, recordó que años atrás se propuso prohibir por ley dar limosna, bajo la tesis de que existían bandas delincuenciales dedicadas a la mendicidad y que, incluso, se habían dividido algunos sectores de las ciudades como ‘zonas exclusivas’ para sus integrantes. También recordó que hay denuncias de niños que son explotados por adultos que los obligan a pedir limosna en los semáforos. “… El proyecto nunca pasó a mayores por el impacto social… Sin embargo, en algunos países es prohibido dar limosna y el Estado se obliga a dar ayuda prioritaria a quien está al borde de la mendicidad”, precisó el parlamentario.
¿Cuenta de cobro? (I)
En las distintas reuniones entre el presidente Santos, su gabinete y las bancadas parlamentarias el miércoles pasado, más de un congresista sacó a colación que no podían pupitrear la reforma tributaria, porque la última vez que le hicieron caso al Gobierno de sacar avante una iniciativa contrarreloj fue con el proyecto de reforma judicial. Recordaron los parlamentarios que el contenido de esa reforma generó un escándalo de marca mayor y la opinión pública culpó al Congreso de los micos en el proyecto, sin tener en cuenta que el Gobierno, a través del entonces ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, había pedido en las plenarias a la coalición aprobar la reforma.
¿Cuenta de cobro? (II)
Aunque nadie lo afirma abiertamente, lo cierto en que en altos círculos gubernamentales se afirma que un grupo de congresistas aún está muy dolido con lo que pasó con la reforma judicial e insisten en que el Ejecutivo dejó colgado de la brocha al Parlamento y se lavó las manos en medio del escándalo, echándoles toda el agua sucia al Senado y la Cámara. De allí que ahora, al pedir la discusión lenta y puntual de cada artículo de la tributaria, en realidad lo que le están pasando a la Casa de Nariño es una ‘cuenta de cobro’ judicial.