¿Freno de mano en petróleo?
Un dirigente gremial le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que resulta un “contrasentido” que en Colombia se esté hablando de que en 2022 se van a ampliar las exploraciones de petróleo cuando “… es claro que las operaciones de sísmica y la perforación de pozos requieren de un músculo financiero potente y de largo plazo”. Advirtió que “… con el tema petrolero metido en medio de la campaña y el candidato que va adelante en las encuestas señalando que va a suspender las operaciones petrolíferas tan pronto como llegue al poder… es muy seguro que tendremos un 2022 con ‘freno de mano’ en la inversión no solo en petróleo sino en hidrocarburos, ya que ningún inversionista extranjero, por más que conozca el terreno en Colombia, se va a mover hasta que no se despeje la incógnita política y cuál será el próximo gobierno”.
Pocos pozos
Lo más complicado, señaló la misma fuente, es que si el 2020 fue crítico para la industria petrolera por cuenta del embate de la pandemia, el 2021 si bien ha presentado precios récord del barril, incluso por encima de los 80 dólares, tiene muy bajo desempeño en cuanto a exploración, en tanto que la producción todavía no logra llegar a la meta de 800 mil barriles diarios. “Lo que infortunadamente tenemos muy rezagada es la actividad exploratoria, una actividad exploratoria que en lo corrido del año no supera los 19 pozos exploratorios debería ser preocupación de todos porque, además, refleja que hay inquietudes para algunas empresas en apostarle a la actividad exploratoria en Colombia. Entonces, la preocupación principal que tenemos en este momento es la exploración, que continúa en caída, y somos más optimistas respecto de la recuperación gradual de la producción”, le dijo semanas atrás a este Diario el presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo, Francisco José Lloreda.
¿Más que en 2018?
A una semana de que cierre el plazo final para la inscripción de listas al Congreso, hay muchos análisis sobre qué podría pasar en los comicios parlamentarios de marzo próximo. En las elecciones de 2018, para el caso del Senado, hubo 17,8 millones de votos, de los cuales no marcados fueron 871.444 y nulos 1.137.133. En cuanto a los sufragios en blanco, estos llegaron a 835.445 y los votos por lista o partido fueron finalmente 14.474.450. Todo ello para configurar una abstención de 51,2%. Para varios analistas, igualar ese volumen electoral en marzo próximo no sería nada fácil.
Palo porque bogas…
Algunas voces en el Centro Democrático consideran que al presidente Iván Duque le ha faltado decisión para enviarle al país señales del riesgo que implica que la izquierda o la centroizquierda se tomen el poder en agosto de 2022. Incluso algunos dirigentes uribistas recuerdan cómo, en plena campaña para los comicios presidenciales de 2018, el entonces presidente Juan Manuel Santos no dudó en hacer pronunciamientos en los que era claro que trataba de ‘influenciar’ en el electorado de forma tal que no votaran por ningún partido o candidato que estuviera contra el acuerdo de paz con las Farc. En la oposición, paradójicamente, consideran que en los discursos de Duque cada vez es más evidente que lanza críticas vedadas pero fácilmente adivinables contra varias de las propuestas más polémicas de Gustavo Petro o Sergio Fajardo.