Off the records | El Nuevo Siglo
Cortesia
Domingo, 21 de Noviembre de 2021
Redacción Política

Mega-inauguración a la vista

En pocos días, el Gobierno hará una inauguración clave: el Cruce de la Cordillera Central entre Cajamarca y Calarcá, que complementa el túnel de La Línea, el más largo de América Latina y el Caribe. Todo estaba listo para entregarse en septiembre pero se aplazó. A mediados de año se realizó el cierre estructural del tablero del puente Yarumo Blanco, el más largo de todo el complejo de obra. El puente cuenta con una longitud de 643 metros y 11,3 metros de ancho, tiene 11 luces, 2 estribos y 10 pilas - cada una con altura promedio de 30 metros. Lo cierto es que las obras del Cruce de la Cordillera Central mejoran notablemente la conectividad entre el centro y el suroccidente del país, integrando 60 obras de las que hacen parte 25 túneles, 31 viaductos, 3 intercambiadores viales y 30 kilómetros de doble calzada entre Calarcá y Cajamarca, con una inversión de 2,9 billones de pesos.

Artículo ambiguo

Un exmagistrado le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que no entendía por qué el Gobierno decidió incluir en el proyecto de ley sobre seguridad y convivencia un artículo sobre el ejercicio de la legítima defensa cuando una persona es víctima de amenaza o peligro inminente en su casa, sitios contiguos, establecimientos cerrados o vehículos particulares. “… Este artículo hay que cogerlo con pinzas” señaló la fuente consultada, indicando que la redacción es ambigua y podría no pasar el tamiz de la revisión de la Corte Constitucional si llega a ser aprobado.

Justicia y paz (I)

Varias cargas de profundidad lanzó el presidente Iván Duque durante la instalación del Encuentro de la Jurisdicción Ordinaria esta semana. “… Cuando existieron las primeras estructuras de las llamadas guerrillas, el relativismo moral se hizo presente también cuando trató de justificar las conductas con lo que se llamaron las ‘causas objetivas del conflicto’, cómo si existiera en el Estado de derecho una causa objetiva para entender un asesinato, un secuestro, una violación, un proceso de esclavización o sencillamente la intimidación colectiva. Nuestra historia de buscar solucionar esos conflictos sobre la base de las negociaciones, cayeron muchas veces presas del relativismo moral. Y muchas veces, se enaltecía el fundamento de que, en aras de la paz, había que sacrificar justicia…”, advirtió el Jefe de Estado.

Justicia y paz (II)

Luego se refirió al proceso de desactivación paramilitar durante el gobierno Uribe. “… Con las mal llamadas Autodefensas Unidas de Colombia, también se dieron desarrollos de transicionalidad, donde había una reducción sustancial de la pena para conjurar un entorno con apariencia más positivo. Y en efecto vimos sanciones, extradiciones, extinciones de dominio, pero tampoco fue lo suficientemente dura para apagar por completo que esas conductas volvieron a presentarse”. Tras ello reiteró sus críticas al proceso con las Farc. “… Hoy también estamos enfrentando un enorme reto como sociedad. Y tenemos que acompañar la institucionalidad naciente también con miras a que se presenten sanciones que sean reparadoras. Que los principios de verdad, justicia, reparación y no repetición en efecto se afinquen, y quizá también con la esperanza y la expectativa de que, al reparar, al tener la verdad y al ver sanciones, en consonancia con nuestros compromisos internacionales, se siembre la suficiente confianza en el corazón del pueblo colombiano”