A escasas tres semanas de la votación del plebiscito, ya son muy pocos los dirigentes políticos que no han tomado partido a favor del “Sí” o el “No”. Por lo mismo, un influyente senador de La U le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que “… lo que resta de la campaña no son los grandes discursos y los grandes hechos políticos, ni siquiera las grandes concentraciones en plaza pública… Lo que hay es una política casi que puerta a puerta, tocando en ellas no tanto físicamente sino a través de las redes sociales, la publicidad e información en los medios, el voz a voz, los folletos, las pancartas, pero sobre todo de las discusiones en las familias, el trabajo, las reuniones sociales… Es una campaña apolítica porque los políticos no pueden acceder a esos núcleos… Esta es una campaña atípica que nunca se había realizado en el país”.
La puja de los “delfinazgos” liberales
En las toldas liberales hay ebullición política, sobre todo después de que algún senador dijera que la línea de la colectividad debía ir más allá de la “política del delfinazgo”, en relación a cómo una parte del debate interno se ha limitado a saber cuál de los hijos de los dirigentes históricos y expresidentes liberales llega más lejos y más alto en el corto plazo. “… No podemos limitarnos a si Simón Gaviria va para un ministerio o saltaría a la campaña electoral de 2018, tampoco a qué pasará con el hijo de Ernesto Samper (hoy en la Agencia Nacional de Tierras) o el futuro de Juan Manuel Galán (senador que aparece bien ranqueado en recientes encuestas presidenciales)… La política liberal debe ir más allá de los delfines y los ismos”, dijo el senador.
Cabecillas de las Farc muy “ansiosos”
Algunos de los negociadores de las Farc que van a regresar al país en próximos días para la ‘décima conferencia nacional guerrillera’ que se realizará en zona rural de San Vicente del Caguán (Caquetá), la semana que entra, están “muy ansiosos” porque tienen la previsión de poderse encontrarse con sus compañeras sentimentales y hasta sus familias, a las que no ven desde hace muchos meses y, en algunos casos, dos o tres años. No hay que olvidar que la mesa de negociaciones se instaló en La Habana en octubre de 2012.
¿Vendrá Maduro a la firma de la paz?
La política venezolana está en máxima tensión por el pulso entre chavismo y oposición. La cuestión ha llegado a tal punto que un periodista colombiano le indagaba días atrás a un diputado oficialista si el presidente Maduro vendría a Colombia para el acto formal de firma de la paz el 26 de septiembre próximo. La respuesta sorprendió, ya que el diputado dijo que Maduro tenía toda la intención de ir pero que habría que ver cómo evoluciona la situación política porque “… los golpistas de la oposición pueden aprovechar cualquier ausencia de Maduro para hacer su movida”.