Lanza en ristre
Muy movida estuvo la reunión, el miércoles pasado, entre el expresidente y jefe único del Partido Liberal, César Gaviria, y la bancada de esa colectividad en el Senado y la Cámara de Representantes, al final de la cual se anunció que los congresistas de las toldas rojas no apoyarán el proyecto de “Ley de Crecimiento” económico, también llamada de “Financiamiento” o de reforma tributaria. Según conoció EL NUEVO SIGLO de una alta fuente liberal, el expresidente fue muy crítico con la iniciativa impositiva, al punto que la calificó de desastrosa, sobre todo porque es muy amplia en gabelas a los ricos y sectores más fuertes económicamente, en tanto que es muy dura con la clase media y los hogares con mayores necesidades. Gaviria, según la fuente consultada, fue particularmente crítico con los $12 billones en materia de exenciones tributarias, al tiempo de adujo que asomaba el populismo económico, como las propuestas para crear más primas laborales.
No es urgente
La fuente también indicó que el jefe único del liberalismo considera que esta reforma no es necesaria y que no compartía la tesis del Gobierno en torno a que se trata de un proyecto que debe ser aprobado por ser de “imperiosa necesidad” fiscal y económica. El exmandatario, en su larga exposición a la bancada, sostuvo que el proyecto era una especie de ‘colcha de retazos’. Incluso para la bancada roja es tan mala esta reforma que si llega a ser aprobada es posible que el próximo año la Casa de Nariño presente otro proyecto pero esta vez para eliminar programas sociales tan importantes como el de Familias en Acción y otros de subsidios directos y cruzados. Es más, en la cumbre del miércoles pasado se escuchó decir que el proyecto de ley de “Crecimiento” es una especie de programa de Agro Ingreso Seguro (AIS), que distribuye dinero del Estado entre los más ricos y no ayuda a los más necesitados. Por ello calificaron el proyecto de regresivo e inequitativo.
Votación mayoritaria
Tras el drástico diagnóstico hecho por Gaviria, empezaron a hablar varios de los senadores y representantes a la Cámara con un tono no menos crítico. Fue evidente, en ese momento, que la mayoría no estaba de acuerdo con respaldar el proyecto, pero como había algunos parlamentarios que eran partidarios de salvar algunos artículos, entonces se planteó que se sometiera a una votación interna de la bancada el asunto. El resultado fue mayoritario a favor de oponerse a la iniciativa cuando sea sometida a debate y votación en las plenarias. Varios congresistas indicaron que el costo político de la reforma tributaria, además, era muy alto y que el partido no tenía que asumir esa ‘factura’, ya que eso le correspondía a la coalición oficialista, en cabeza del Centro Democrático, La U, los conservadores, MIRA y Colombia Justa Libres.
Centrarse en empleo
En el mismo marco, también se analizó durante el cónclave liberal el tenso ambiente creado por las jornadas de paro de las últimas semanas y cómo una de las grandes preocupaciones de la ciudadanía continúa siendo el alto desempleo. Los parlamentarios liberales insistieron en que el partido debería no solo escuchar la inconformidad social que se ha expresado en las calles, sino también liderar propuestas legislativas para incentivar la creación de empleo. Así las cosas, el liberalismo no solo dejó en claro que no apoyará el proyecto de reforma tributaria sino que envió un mensaje claro y contundente en torno a que no hay posibilidad cercana de que esa colectividad ingrese a la coalición gobiernista.