Todos quietos
La posibilidad de cambiar ministros en lo que resta de este año está descartada. Por lo menos así lo considera una alta fuente gubernamental según la cual solo en enero se aplicarían uno o dos cambios en el gabinete, más relacionados con los periodos de inhabilidad para quienes quieran ser candidatos al Congreso o la Presidencia en 2022. A ello se suma que varios altos funcionarios también estarían pensando en dar un paso al costado con el mismo propósito y a todos ellos la Casa de Nariño les pidió terminar en sus cargos este año sin mayor novedad, de forma tal que sea en enero cuando se presenten las renuncias en bloque y el Gobierno pueda realizar las nuevas designaciones de una sola vez. Por el momento se insiste en que solo habría dos bajas en el gabinete y que el resto de los ministros aspira a cumplir el tercer año de mandato.
Sin emergencia
Varios parlamentarios alcanzaron a sugerirle al Gobierno que analizara la posibilidad de decretar un estado de emergencia económica y social para atender la crisis en el Archipiélago de San Andrés por el paso del huracán Iota. La idea, sin embargo, no tuvo mayor eco en el alto Ejecutivo debido a que en estos momentos ya está vigente otro estado de emergencia, relacionado con la pandemia del covid-19. Lo que sí se hizo fue declarar “situación de desastre” en el archipiélago. Aun así los congresistas insistieron en que dada la magnitud de los daños sería viable pensar en una solución legal más estructural, como cuando ocurrió la tragedia invernal del río Páez, en el Cauca, años atrás. Lo cierto es que, por lo menos, si habrá un documento Conpes para delinear un plan integrado que permita la recuperación de las islas con fases a corto, mediano y largo plazos.
Dos temas distintos
Un reconocido analista económico le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que algunos de los análisis que se están realizando sobre el ritmo de reactivación de la economía “son faltos de realismo”. Agregó que se estaban comparando sectores de la economía real que tienen dinámicas de reactivación mucho más rápidas con otros que, por su propia naturaleza, se caracterizan por procesos de mediano y largo plazos. “… Hay que distinguir entre sectores como el comercio, la manufactura y las actividades de servicios y de consumo diario, que se reactivan de forma rápida una vez se quitan las restricciones como la cuarentena, la limitación de horarios de funcionamiento o se flexibilizan los aforos… Todas estas actividades tienen un efecto dinamizador inmediato en la economía, pero no se puede decir lo mismo de actividades con gran peso porcentual en el PIB, como es el caso del sector de los hidrocarburos y la minería, que tienen un tiempo más largo entre el momento en que se dio luz verde para reactivarse y cuando se empieza a reflejar ese dinamismo en los indicadores macro y micro de la economía”, explicó. de Santos en la embajada.