Bebidas azucaradas
Aunque todavía no se conoce el texto del proyecto de reforma tributaria, es claro que ya está avanzando un pulso político y económico muy fuerte al respecto. Por ejemplo, la posibilidad de imponer un impuesto a las bebidas azucaradas y ultraprocesadas ya tiene en alerta a varios sectores productivos. Hundida varias veces en el pasado, en esta ocasión la idea inicial fue de la ministra de Salud designada, Carolina Corcho, pero luego entre el propio presidente electo Gustavo Petro y el titular de Hacienda entrante, José Antonio Ocampo, se encargaron de señalar que la propuesta todavía estaba en estudio. Hubo cierta tranquilidad en las empresas que producen este tipo de bebidas, pero en las últimas dos semanas la posibilidad de este impuesto volvió a tomar vuelo y nadie descarta que, finalmente, sí termine entrando en la reforma tributaria que, se supone, será el primer proyecto en ser radicado, ya sea el próximo domingo, después de la posesión presidencial, o al comienzo de la semana.
Lobby a la vista
En los corrillos parlamentarios se afirma que si la propuesta impositiva termina siendo incluida en el articulado de la reforma, el lobby de las empresas del sector será muy fuerte en el Congreso. De hecho, ya algunos senadores y representantes a la Cámara de distintos partidos han señalado que esperan que todos los parlamentarios y colectividades pongan sobre la mesa qué aportes privados de personas naturales o jurídicas relacionadas con el sector de las bebidas azucaradas recibieron en medio de la campaña electoral. Asimismo, se sabe que hay estudios en marcha por parte de varios senadores sobre los países en donde ya está vigente este tipo de impuestos, su tarifa, escala impositiva e incluso se recopilan informes sobre su efecto en materia de ingresos fiscales y de disminución o aumento en la incidencia de enfermedades y patologías relacionadas con el consumo de las mismas.
Encuesta a favor (I)
Precisamente esta semana se dio a conocer un estudio realizado por Red PaPaz sobre la percepción y comportamientos frente a las políticas públicas para proteger el derecho a la alimentación y nutrición adecuadas. Según esa Red, el 62,2% de los consultados apoya un impuesto a las bebidas ultraprocesadas endulzadas. Así mismo el 52% de quienes dijeron haber percibido un aumento en el precio de estos productos en el último año, reportaron que en consecuencia disminuyeron el consumo de estas bebidas. Finalmente, en cuanto a la destinación del recaudo del impuesto, los encuestados estuvieron de acuerdo con destinarlo a prevención de enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes (83,3%), al sistema de salud pública (81,7%) y a bebederos y agua en los colegios (78,5%).
Encuesta a favor (II)
El sondeo, realizado con 803 adultos colombianos de 18 a 70 años residentes en las regiones Andina, Caribe y Pacífica del país, identificó, según Red PaPaz, que la mayor parte de la población encuestada reconoce que las bebidas y comestibles ultraprocesados son nocivos para la salud, lo que es consistente con el alto número de encuestados (78,7%) identificados con la premisa de que el gobierno debe implementar medidas para desalentar o disminuir el consumo de estos productos y con que debe poner la salud por encima de los intereses de la industria de los mismos (84,4%). Adicionalmente, se encontró que la mayor parte de la población encuestada reconoce que los ultraprocesados, bebidas y comestibles, son nocivos para la salud. Esto es consistente con el alto número de encuestados (78,7%) identificados con la premisa de que el gobierno debe implementar medidas para desalentar o disminuir el consumo de estos productos y con que debe poner la salud por encima de los intereses de la industria de los mismos (84,4%).