Remezón diplomático
En los corrillos políticos se afirma que el canciller del gobierno electo de Gustavo Petro, Álvaro Leyva, tendrá un trabajo muy duro en los primeros meses del mandato, ya que una gran cantidad de embajadores, cónsules y otro personal diplomático saldrá de la representación exterior del país por cuenta de que son reconocidos uribistas o difieren política e ideológicamente de la entrante administración de izquierda. Se afirma que algunos nombres de candidatos al Senado y la Cámara que se ‘quemaron’ en las elecciones parlamentarias de marzo pasado o que no aspiraron a repetir curul en las toldas de la hoy saliente oposición ya estarían sonando para ir a la diplomacia antes de que termine el presente año, a menos que el gobierno Petro los designe en algún alto cargo a nivel nacional.
Alerta temprana
En la diplomacia hay una especie de “norma no escrita”, en referencia a que algunos ministros, altos cargos y mandos castrenses y policiales de la administración que deja el poder, que por la misma naturaleza de su función es necesario enviarlos al exterior por razones de seguridad, suelen ser designados por el gobierno entrante en el servicio exterior. Sin embargo, dadas las profundas diferencias políticas entre el saliente ejecutivo en cabeza de Iván Duque y el entrante liderado por Gustavo Petro, parece que en esta ocasión no se aplicará esa costumbre. Este es un tema que preocupa a algunos altos funcionarios del gobierno uribista, sobre todo a aquellos que trabajan en temas de seguridad y orden público, que obviamente tienen un nivel de riesgo alto que debe ser cubierto por el Estado, sea cual sea el gobierno de turno.
Cigarrillos electrónicos (I)
El senador de La U, José David Name, indicó que el reciente anuncio de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) en torno a prohibir la venta de todos los productos de la marca Juul en ese país, por considerarse inseguros para los usuarios, abre nuevamente el debate que viene realizando desde hace más de tres años en el Congreso colombiano acerca de la urgente necesidad de reglamentar el uso y la comercialización de los cigarrillos electrónicos y vapeadores en el país. Name, expresidente del Senado, sostuvo que el aumento exponencial que se ha registrado en el uso de estos productos en los últimos años ha encendido las alarmas en todo el mundo, sobre todo porque se ha convertido en una preocupante tendencia entre los adolescentes, quienes debido a la falta de regulación, tienen un fácil acceso a estos dispositivos en las plataformas de comercio electrónico. De allí las decisiones que han tomado las autoridades sanitarias en países como Estados Unidos y México de prohibir la venta de algunos cigarrillos-e.
Cigarrillos electrónicos (II)
¿Qué pasa en Colombia? Name indicó que alrededor de 1,1 millones de personas dicen haber consumido alguna vez en la vida cigarrillos electrónicos o vapeadores, según datos de la última Encuesta Nacional de Sustancias Psicoactivas del DANE, lo que los convierte en la tercera sustancia legal más usada en el país, antecedida por el alcohol y el tabaco tradicional. “Una realidad que se debe atender con nuevas normas para evitar el incremento de enfermedades y adicciones. Si bien el humo que se libera por medio de estos dispositivos contiene un menor número de sustancias tóxicas frente al cigarrillo tradicional, diversos estudios han demostrado que existen efectos adversos en la salud de quienes los utilizan y también de quienes inhalan el humo o vapor de manera involuntaria porque además de la nicotina, las sustancias utilizadas para vapear pueden contener plomo, tolueno, formaldehído, cadmio y acetaldehído, entre otros tóxicos”.