Contrastes de EU con dictadura
En medio de un primer acercamiento ayer entre delegados del gobierno de Estados Unidos con la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela, encuentro que se llevó a cabo en Caracas y que para algunos analistas estaría relacionado con presuntas negociaciones energéticas y que, además, buscaría cortar los lazos entre el gobierno chavista y Rusia, la oposición del vecino país recalcó que no había ninguna distensión entre Washington y el Palacio de Miraflores. De hecho, recordaron que la semana pasada el propio embajador del “gobierno interino” de Juan Guaidó ante los Estados Unidos, Carlos Vecchio, había valorado positivamente que la administración Biden extendiera el decreto que declara al régimen de Maduro como una amenaza para la seguridad nacional. “Esta acción del presidente Joe Biden tiene mayor relevancia tras el apoyo de Maduro a Putin en la guerra contra Ucrania y las democracias del mundo”, afirmó Vecchio. El diplomático venezolano aseveró que mientras Maduro persista en mantener su dictadura, crímenes lesa humanidad, actos ilícitos y asociado a Rusia, Venezuela será una amenaza para región. Vecchio reafirmó que la dictadura se ha convertido en una herramienta para desestabilizar el continente americano pero sin filiación ideológica. En este sentido, explicó que tanto la dictadura de Maduro como la de Putin están unidas por la corrupción y la cleptocracia. “La comunidad internacional no debe subestimar la injerencia de Putin en Latinoamérica”, concluyó.
La “amenaza neocomunista”
La representante a la Cámara por el Centro Democrático, Margarita Restrepo, en plan de reelección en la circunscripción por Antioquia, advirtió que “los cuatro años que vienen por delante son críticos. Al margen del resultado de las elecciones presidenciales, la amenaza neocomunista seguirá rondando a Colombia. Sus promotores, con o sin gobierno, no darán su brazo a torcer y continuarán haciendo lo que esté a su alcance por estrangular el modelo republicano que nos rige. Y allí debemos estar los uribistas para hacerles frente, sin miedo ni timidez, a los enemigos de la democracia, a los promotores del caos, a los propugnadores de la violencia y el terrorismo. Ellos muy posiblemente tendrán su espacio en el Congreso. Pero también nosotros lo tendremos y, con la ayuda de ustedes, seremos más. No permitiremos que unos cuantos desadaptados sigan tratando de llevarse a Colombia por delante”.
No confiarse
En las toldas del Pacto Histórico hay muchas voces que están advirtiendo que la coalición no puede caer el triunfalismo ni creer que el favoritismo en las encuestas les asegura desde ya ser los ganadores de los comicios del próximo domingo.
“… Lo peor que nos puede pasar es bajar la guardia o confiarnos en que ya los derrotamos… Todo lo contrario, hay que recordar que en 2014 las encuestas señalaban que el recién creado Centro Democrático iba a arrasar en las elecciones parlamentarias y hubo dirigentes de esa cauda que hablaban antes de las urnas que el uribismo iba a tomarse el 35% del Congreso, especialmente del Senado… Vinieron los comicios y solo lograron 20… El Pacto no puede caer en esa situación”, recordó una alta fuente de las toldas petristas.
Tema privado
Al decir de algunos analistas, uno de los temas que hablarán, en privado y sin que trascienda a la prensa ni a la opinión pública, los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de Colombia, Iván Duque, en la reunión del próximo jueves en la Casa Blanca, tendrá que ver con qué tan alta o baja es la posibilidad de que en los comicios para la Casa de Nariño gane la izquierda, específicamente el candidato del Pacto Histórico, Gustavo Petro. Este es un tema clave para la Casa Blanca.