Piden sinceridad conservadora
Una alta fuente del conservatismo le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que el partido debería “sincerarse” con la bancada y las bases regionales y locales, admitiendo que “difícilmente” tendrá candidato presidencial viable para los comicios de 2022. “… Hay que tener cuidado, el conservatismo no se puede arriesgar a tener un aspirante presidencial solo por tenerlo… Hay que asegurar que tenga arrastre electoral… No puede el partido ni el Directorio arriesgar a la colectividad a que lo ocurra lo mismo que le pasó al liberalismo (en la campaña de 2018), cuando su candidato presidencial no llegó a los 370 mil votos”, precisó la fuente consultada.
Apuesta roja
Y hablando de las candidaturas presidenciales, en los corrillos políticos se asegura que el expresidente César Gaviria, jefe único del liberalismo, se está jugando “el todo por el todo” con su apuesta a que el exministro y rector de los Andes, Alejandro Gaviria, sea el aspirante de las toldas rojas. Incluso se afirma que si la estrategia no le funciona, difícilmente seguiría como timonel partidista al cerrar este año. Habrá que esperar.
Alerta en frontera
En Norte de Santander están prendidas las alertas sobre el riesgo que representa la confirmación por parte del jefe del régimen venezolano, Nicolás Maduro, de la presencia de la variante “delta” del coronavirus en ese país. Varios gremios y voceros del sector salud sostienen que si bien en ese departamento ha aumentado de forma sustancial la vacunación de la población local, a tal punto que esta semana se bajó la alerta hospitalaria de roja a naranja, la entrada de miles de venezolanos (la mayoría no vacunados) al día constituye un riesgo sanitario alto para la región.
Cifras cuestionables
Maduro dijo el domingo que se habían detectado ya dos casos de la “delta”, aunque indicó que se trataba de ciudadanos que venían del extranjero. El riesgo sanitario es tan alto que el jefe del régimen chavista advirtió que se mantendría el plan de restricción de movilidad denominado “7 por 7”. Como se sabe, las cifras de vacunación contra el covid-19 en Venezuela son inciertas, así como las de contagios y muertes. Oficialmente el gobierno chavista reportó hasta el fin de semana apenas 300 mil infectados y 3.475 fallecidos a lo largo de casi año y medio de emergencia. Sin embargo, desde la oposición y los organismos sanitarios internacionales se duda de la veracidad de esas cifras y se cree que el impacto en casos positivos y decesos es sustancialmente mayor. Maduro sostiene, igualmente, que ha vacunado ya a 3,6 millones de venezolanos, pero la Organización Panamericana de la Salud solo reporta 1,2 millones de personas con primera dosis y apenas 223.858 con esquema completo.
Alerta humanitaria
Sin embargo, la oposición no cree en las cifras de la dictadura. De hecho, ayer el llamado “comisionado presidencial para Relaciones Exteriores”, Julio Borges, advirtió sobre los bajos índices de inmunización en su país, señalando que “la vacunación en Venezuela está muy por debajo del promedio de la región y del mundo”. Alertó que la llegada de la variante “delta” significa un mayor riesgo para los venezolanos y, por lo tanto, “es urgente presionar a la dictadura para que adelante un verdadero plan de vacunación que responda a criterios humanitarios”.