Del afán no queda sino…
En las filas del Centro Democrático hay cada vez más voces que consideran que el partido se encuentra muy estático en materia de campaña electoral, dando una ventaja muy amplia a los rivales, tanto a los de la coalición de centro-derecha como a los de centro e izquierda. Sin embargo, otros sectores consideran que “del afán no queda sino el cansancio” y que prueba de ello es que los dos nombres que llevan tres años en el partidor presidencial para 2022, es decir Gustavo Petro y Sergio Fajardo, están debilitándose en las encuestas, ya que si bien el primero sigue encabezando, ahora lo hace con menos ventaja, y el segundo se ha descolgado en los sondeos de forma sustancial.
Trancón andino
Un reconocido profesor de una de las facultades de Relaciones Exteriores de una de las universidades más reconocidas de la capital del país trajo a colación esta semana que “… Colombia quedó en un escenario geopolítico andino complicado, ya que de los cinco países que componen este bloque, Venezuela, Bolivia y ahora Perú quedaron en manos de la izquierda populista y radical, y solo nuestro país y Ecuador tienen gobiernos de centroderecha”. El experto señaló que “… aunque Luis Arce (presidente de Bolivia) y Pedro Castillo, mandatario electo de Perú, negaron en campaña nexos con la dictadura de Maduro, ya en el poder el mandatario del país del altiplano tomó medidas a favor de restablecer las relaciones con Caracas rotas por el gobierno provisional de la derechista Jeanine Áñez, hoy en prisión y quien alega ser “detenida política”.
¿No más Grupo de Lima?
“… A Castillo le recriminaron en muchas ocasiones, tanto desde la campaña de Keiko Fujimori como desde otras campañas de centro que compitieron en la primera vuelta, que tenía simpatías por el gobierno de Nicolás Maduro, pero siempre lo negó”, precisó el internacionalista. Señaló que “habrá que esperar qué medidas toma una vez asuma el poder en los próximos días pero lo más seguro es que, por ser ahora gobernado por la izquierda, Perú tome distancias de la oposición férrea a la dictadura que lidera el paradójicamente llamado Grupo de Lima”.
“Bodegas” de redes sociales (I)
Un veterano senador puso a su equipo de asesores una complicada tarea: revisar a nivel internacional e incluso a la luz de la legislación colombiana si existe algún tipo penal que permita judicializar a los funcionarios públicos y dirigentes políticos que con el fin de demostrar que tienen mucho eco o seguidores en las redes sociales contratan a las llamadas “bodegas” (grupos clandestinos que se encargan de mover contenidos en la red a cambio de una remuneración) para que artificiosamente aumenten su audiencia digital.
“Bodegas” de redes sociales (II)
Según trascendió, lo que se busca establecer es si, desde el punto de vista legal, es posible imputar delitos relacionados con fraude, estafa, falsedad u otras conductas penales, no solo a quien paga para que se aumente falsamente su volumen de seguidores en las redes sociales, lo cual podría incluso llegar a confundir al electorado e inducirlo al error a la hora de votar con base en un engaño, sino también a quienes contratan las llamadas “bodegas” para impulsar campañas negativas, de ‘guerra sucia’, difamación y ‘fábricas’ de fake news al respecto. Según conoció EL NUEVO SIGLO, se están revisando legislaciones de Estados Unidos y Europa, preferencialmente.