Sí pero no
El hecho de que el presidente Duque esté terminando este año por encima del 50% en materia de favorabilidad y mucho más alto en cuanto al manejo de la crisis sanitaria tiene muy esperanzados a varios sectores del uribismo, que ya están vaticinando que el jefe de Estado podría terminar su mandato con uno de los porcentajes de aceptación más altos de estas dos décadas, tan sólo superado por el primer periodo del presidente Álvaro Uribe en 2006. Obviamente materia electoral esa circunstancia tiene una consecuencia muy importante bajo la tesis de que incrementa la posibilidad de que el uribismo pueda mantenerse en el poder en 2022 si el actual mandatario continúa con esos porcentajes de aceptación y popularidad. Sin embargo, genera cierta preocupación el hecho de que algunos sectores y analistas insistan en que si bien Duque es del Centro Democrático gobierna aplicando políticas que no corresponden 100% al programa y sentir de esa colectividad.
Tres ventajas
Un dirigente de izquierda que en 2018 trabajó de cerca con la campaña de Gustavo Petro le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que el hoy senador tiene, comparativamente hablando, un mejor presente en las encuestas que a finales de 2016. Así las cosas, para la fuente consultada, Petro tiene tres ventajas frente a lo que era su panorama político cuando al presidente Juan Manuel Santos le faltaban 19 meses de mandato para dejar el poder. “… Petro tiene ya un potencial electoral probado, a diferencia de lo que pasaba en su anterior campaña. En segundo término, no se puede desconocer que ha ganado peso político en los últimos años, a tal punto que hoy la gente tiene más claro qué clase de gobierno y políticas aplicaría si llega a la Casa de Nariño… Lo más importante es que asoma como el candidato a vencer en las urnas en 2022 y no como el retador incierto de 2018”, precisó.
Error matemático
Según la misma fuente hay un error de “aritmética política” en los análisis que se están haciendo sobre lo que podría pasar en el 2022 con la votación de la izquierda. “Petro y Fajardo lograron sumar más de 9,4 millones de votos en la primera vuelta, que son 600 mil menos que los que tuvo Duque en la segunda… Eso lo que permite vislumbrar es que no es a la izquierda a la que le toca sumar más votos sino es a la derecha a la que le corresponde mantener los 10 millones de Duque, lo cual no será nada fácil si el uribismo no logra consolidar alrededor suyo una coalición fuerte de centro derecha… Los analistas no distinguen hoy entre dos candidatos consolidados como Petro y Fajardo, los siguen viendo bajo el mismo matiz de 2018 y ese es un error de percepción básico”, puntualizó.
En turno
En los corrillos políticos se asegura que en 2021 varios senadores darán un paso al costado para ir a buscar cupo en la contienda presidencial ya sea como aspirantes a la Casa de Nariño o como eventuales fórmulas vicepresidenciales. En ese orden de ideas, varios de los no elegidos en las listas al Congreso en 2018 están esperanzados en poder acceder a una palomita de por lo menos un año en la curul. Se dice, igualmente, que por lo menos 10 representantes a la Cámara ya han expresado a sus respectivos partidos que quieren dar el salto al Senado en los comicios de 2022 e incluso han entrado en análisis las regiones en donde habría espacio para eventuales cupos al Senado porque las mayores votaciones de allí quieren meterse en la campaña presidencial.