Gaviria fortalecido
La reelección del expresidente César Gaviria, el sábado pasado, como jefe único del partido Liberal estaba cantada, aunque no se esperaba que fuera por una mayoría tan determinante por parte de quienes participaron en la convención virtual. Al final 782 delegados avalaron la continuidad del exmandatario, quitándole eco y espacio a las pocas voces de congresistas y dirigentes regionales que pedían un nuevo rumbo y una dirección, por lo menos, colegiada. “… Las rebeliones contra Gaviria fueron voces aisladas, quizá para ganar algo de protagonismo o abrir campo a los idos, pero se sabía que no tenían mayor respaldo”, precisó una alta fuente de las toldas rojas.
Cero con Duque
Sin embargo, lo más llamativo de la convención fue el discurso de Gaviria que, como se anunció en esta Sección el viernes, se sabía que tendría un tono crítico, aunque no tan severo como finalmente terminó siéndolo. Gaviria, como se dice popularmente, le dio con todo a la Casa de Nariño. “Mi relación con el Gobierno no es mala sino inexistente. Creo que la última vez que hablé con el Presidente fue después de la aprobación de la reforma tributaria del 2018, y si no recuerdo mal desde su posesión hemos hablado solo dos o tres veces”, precisó el exmandatario en una de sus varias ‘cargas de profundidad’. Como lo hemos dicho en esta Sección, varios congresistas liberales aspiran a que Cambio Radical, que ya tiene cuotas directas en el gabinete, se decida a entrar formalmente a la coalición oficialista, de forma tal que la bancada roja quede sola en la franja de los independientes y ello les dé mayor juego político y electoral.
Una voz
Respecto a lo que puede pasar en los próximos año y medio de cara a la campaña para el 2022, el exmandatario, aunque salió muy fortalecido de la convención, dejó abiertas las puertas para apoyarse en otros sectores a la hora de las grandes definiciones. “Sé bien que me debo apoyar más en personas muy importantes que pertenecen al partido y en otros que no militan activamente. Ni la anterior campaña ni la pandemia nos han facilitado actuar de esa manera, aunque he debido hacerlo en todo caso”, dijo Gaviria en una mea culpa. Lo cierto es que, al final, la sensación en la dirigencia liberal es una sola: Gaviria decide candidato, estrategia, alianzas y vetos de cara a la contienda por la sucesión de Duque.
2019 y no 2018
Contrario a lo que consideran sus críticos, es claro que Gaviria no cree que sea un perdedor al frente de las toldas rojas, ya que dejó atrás la debacle de la candidatura presidencial de Humberto de la Calle en mayo de 2018 y prefiere enfocarse en los resultados de los comicios regionales y locales de octubre de 2019. “Obtuvimos más votos, mas gobernadores y alcaldes que cualquiera de los demás partidos. Lo que sí es verdad es que no tenemos chanfas, ni sinecuras, ni privilegios ni para los nuestros ni para quienes consideren integrarse al partido. Y si algunos liberales hacen crítica, están en todo su derecho”, precisó Gaviria durante su discurso.