Caso Alcalá
El caso del general venezolano Clíver Alcalá Cordones, quien se entregó el fin de semana a las autoridades de Colombia y casi de inmediato fue remitido a Estados Unidos, que lo había incluido el jueves, junto al líder del régimen dictatorial Nicolás Maduro y toda la cúpula chavista, en un proceso judicial por terrorismo y narcotráfico. El sábado Alcalá, por quien se ofrecían US$10 millones de recompensa y desde hace dos años vivía en Barranquilla, tras haber desertado del régimen dictatorial, fue enviado a Nueva York para quedar a disposición de la Fiscalía estadounidense. Sin embargo, el tema podría tener consecuencias locales. Por ejemplo, se sabe que algunos abogados están indagando si algún funcionario gubernamental o de la propia Fiscalía se extralimitó en sus funciones al autorizar su entrega a las autoridades norteamericanas ya que estaba siendo investigado por la presunta relación de Alcalá con un armamento confiscado por la Policía en Puerto Viejo, Magdalena, el pasado 23 de marzo.
¿Y el arsenal?
Según trascendió, los abogados interpondrán acciones judiciales contra los responsables de todo este proceso de entrega de Alcalá, pese a que el propio exmilitar, en sus redes sociales, que el arsenal decomisado eran suyas y estaban destinadas a una supuesta operación militar para “empezar la liberación” de Venezuela. Hasta el momento, no se sabe quiénes podrían ser los cómplices de Alcalá en la compra y la movilización del arsenal ilegal, del cual hacían parte más de una treintena de fusiles que, si bien, es una cantidad grande de armas de largo alcance, por obvias razones, no son suficientes para tratar de darle un golpe de Estado a un mandatario que tiene una escolta personal con más de 200 efectivos en su primer anillo de seguridad.
El presunto complot (I)
Lo cierto es que el régimen dictatorial sabe que Alcalá será uno de los principales testigos de cargo contra Maduro, a tal punto que en las toldas de Juan Guaidó lo consideraban uno de sus principales aliados en Colombia. De hecho, el viernes el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab (también en la mira de Estados Unidos), informó que el Ministerio Público había solicitado a Colombia la extradición de Alcalá Cordones y otros implicados en el “plan conspirativo contra Venezuela, con el cual se pretendía asesinar al presidente de la República, Nicolás Maduro, así como a otros altos funcionarios del Gobierno Bolivariano”. No deja de llamar la atención que ahora, Venezuela pida la extradición de uno de sus críticos, pese a que hace pocas semanas prácticamente le cerró la puerta a la entrega a Colombia de la exsenadora Aída Merlano, quien se había fugado el año pasado en Bogotá y fue capturada en este 2020 en Maracaibo.
El presunto complot (II)
Alcalá era pedido dentro de un proceso por terrorismo en el que la Fiscalía chavista también quiere indiciar al hoy presidente legítimo Juan Guaidó (reconocido por más de 50 naciones), Leopoldo López e Iván Simonovis. “Las investigaciones han revelado que Clíver Alcalá funge como comandante de esta operación y que el segundo comandante de la operación es Antonio José Sequea Torres, alias ‘León’”, según el expediente del Ministerio Público venezolano, que solicitó órdenes de captura por los delitos de traición a la patria, tráfico ilícito de armas de guerra, terrorismo, intento de magnicidio y asociación para delinquir. Según Tarek William Saab la presunta operación se dividió en varios grupos, integrados cada uno por 20 personas, la mayoría militares disidentes. El primero estaba comandado por Juvenal Sequea Torres, alias ‘Tigre’. Al frente del segundo grupo estaba Félix Adonai Mata Sanguineti, alias ‘José’, y se había conformado un tercer grupo en Riohacha, dirigido por Robert Levid Colina Ibarra, alias ‘Pantera’.