Un mensaje muy directo (I)
El presidente Iván Duque encabezó el martes la ceremonia conmemorativa de los 196 años de la Armada Nacional, en Cartagena. En su discurso elogió el aporte de esa institución al país a lo largo de dos siglos y los logros en la última década. Pero también aprovechó para referirse de forma tácita a los escándalos de corrupción que se han revelado recientemente en la cúpula del Ejército. “…Y debe ser esta una ocasión para hacer un llamado permanente a la defensa del honor militar y al tener los más altos estándares en el ejercicio de una profesión que tiene por definición la entrega sublime al máximo interés nacional… Aquí hay un mandato emanado del Presidente de la República para todos los comandantes de Fuerza. Tenemos que seguir transmitiendo los valores, los mejores valores. Seguir transmitiendo los principios, los mejores principios. Seguir, además, aplaudiendo que quien se forma en la carrera militar, se forma para preferir siempre el honor a la tentación del dinero”.
Un mensaje muy directo (II)
Pero el campanazo del Primer Mandatario no se quedó allí. En su discurso agregó que “…La instrucción que le he dado a toda la cúpula ha sido la de enfrentar, en cualquier lugar del territorio, cuando se presenten alteraciones o violaciones al honor militar, y sobre todo donde se vea la más mínima sospecha de corrupción. Por eso tienen todos los comandantes de Fuerza no solamente la instrucción, sino el mandato de cooperar con todas las autoridades, para que seamos contundentes e implacables cuando haya alguien que quiera sembrar un camino de deshonra a lo que es una larga tradición histórica”. Si bien Duque no habló en ningún momento de los escándalos recientes en la cúpula del Ejército, que incluso llamó a calificar servicios a cinco generales y la Fiscalía adelanta varios procesos con más de una decena de capturas, todos los presentes sabían que se refería a esas denuncias.
Arbitraje demorado
En la parte motiva del proyecto de reforma del Estatuto de Arbitraje en Colombia, radicada esta semana por el Gobierno ante el Congreso, hay argumentaciones alarmantes para evidenciar cómo esta jurisdicción presenta actividad limitada y baja demanda. Por ejemplo, se afirma que los tiempos de la etapa pre-arbitral no están regulados y esto ha contribuido a demoras significativas que podrían estar evitando el crecimiento de la demanda. En ese orden de ideas, el promedio hasta el laudo arbitral a nivel nacional es de 14,2 meses, de los cuales la etapa pre-arbitral se toma ocho meses. Con la nueva iniciativa, según la cartera de Justicia, se busca que los tiempos del trámite arbitral, especialmente en la etapa inicial, a fin de garantizar el principio de celeridad y la agilidad de la figura.
¿Y los de otros países?
Tras el anuncio esta semana de que uno de los objetivos de la gira del presidente Duque a China, para la visita de Estado que comenzará el próximo lunes, será el de acelerar la repatriación del presos colombianos en la nación asiática, hubo reacciones de algunos activistas que han venido urgiendo al Gobierno que haga acuerdos similares con otros países, incluso del propio continente americano o el europeo. En China el Primer Mandatario firmará un tratado judicial con el que se establecerán las reglas para el traslado de colombianos condenados por diferentes delitos en el país asiático. Ese tratado binacional deberá ser presentado al Congreso colombiano, el cual lo avalará para que sea vinculado al ordenamiento jurídico nacional. Y luego de su aprobación por parte del Presidente de la República debe pasar a manos de la Corte Constitucional. Se calcula que hay 217 colombianos condenados en China. De ellos cuatro están condenados a pena de muerte y 14 a cadena perpetua. Entre tanto, en Colombia hay seis ciudadanos chinos condenados por la justicia local.