Off the record | El Nuevo Siglo
Archivo
Lunes, 19 de Noviembre de 2018
Redacción Política

El próximo 24 de noviembre se cumplen dos años de la firma del llamado “Acuerdo del Colón”, mismo en el que se protocolizó la firma del pacto de paz entre el entonces presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Farc. Como se recuerda, si bien en Cartagena, el 26 de septiembre de 2016, se había suscrito el pacto en medio de un festivo escenario internacional, el apretado triunfo del No en el plebiscito refrendatorio del 2 de octubre de ese año, obligó a una renegociación del mismo, con un accidentado “diálogo político nacional” - del que participó el uribismo pero luego se declaró traicionado por la Casa de Nariño-, tras lo cual fue necesario una nueva firma del ‘reajustado’ pacto, esta vez en Bogotá, en el teatro Jorge Eliécer Gaitán, con un acto más austero y de orden local.

 

Filtro uribista

 

Una alta fuente del Centro Democrático le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que ese partido tiene que empezar a fijar unas reglas “muy estrictas” para la escogencia de los candidatos a alcaldías, gobernaciones, asambleas, concejos y JAL. “…Hay muchos dirigentes que se están arrimando al Centro Democrático pero que no hace mucho eran fuertes críticos del uribismo, del expresidente Uribe y del propio presidente Duque… Pero como ahora ven que el Centro Democrático apunta a ser el más votado en las elecciones de octubre del próximo año, vienen como ‘paracaidistas’ y oportunistas… No se puede arriesgar la coherencia y unidad programática del partido, el filtro político debe ser muy fino”, agregó la fuente consultada.

 

Balance de fin de año

 

El presidente Duque, según se dice en altas fuentes palaciegas, habría dado una orden perentoria a todo su equipo ministerial en torno a que vayan preparando las primeras rendiciones de cuenta sobre la gestión de 2018. La idea es que antes de que termine el año el Ejecutivo pueda entregar esos primeros cortes de cuentas, ya no solo sobre lo que se recibió de Santos, que marcó buena parte de los balances de los primeros 90 y 100 días de gestión, sino en cuanto a las ejecutorias ya concretas de la nueva administración al cumplir ya cinco meses en la Casa de Nariño.

 

Incomodidad azul

 

En las toldas del conservatismo ya empezaron a surgir voces que, en privado, se quejan de que algunos senadores han podido conservar una parte importante de las cuotas burocráticas a nivel regional, en tanto que a otros les quitaron la mayoría de su representación en las seccionales de institutos, agencias y departamentos administrativos. Según le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO un representante conservador a la Cámara, algunos senadores les dicen que ya no hay “mermelada” y que la Casa de Nariño no se deja “ni mencionar” el tema, pero “lo raro” es que a esos congresistas asiduos a las reuniones en la sede presidencial les dejaron muchas de sus cuotas burocráticas en provincia.

 

Pocas, pero importantes

 

A un mes de que acabe este primer tramo de legislatura, se afirma en los pasillos del Senado que la productividad parlamentaria, medida en términos de cuántos proyectos de ley se aprueban este año o de acto legislativo quedarán vivos para ser retomados en marzo próximo, no será muy amplia en materia cuantitativa pero sí importante en aspectos cualitativos. “…Yo prefiero una legislatura que saca avante pocos proyectos, pero muy importantes, con reformas de fondo que impacten al país, a una legislatura que le dé vía libre a un poco de iniciativas menores que no resuelven ni atacan las grandes problemáticas nacionales”, dijo un senador del Centro Democrático, en charla informal con reporteros políticos.