Barco, un acierto
La llegada de Carolina Barco a la Embajada de Colombia en España fue considerada por varios dirigentes gremiales como una de las decisiones más acertadas del presidente Iván Duque al cumplir mañana sus tres primeros meses de gestión. Aunque el cargo se le ofreció a varios candidatos, desde dirigentes políticos hasta prestigiosos empresarios, al final la espera valió la pena, en opinión de voceros de sectores productivos que ya estaban un poco impacientes porque si bien desde el pasado 18 de octubre había trascendido que la delegación diplomática sería ocupada por la excanciller y exembajadora en Washington, solo hasta el cierre de la semana pasada vieron la confirmación oficial del nombramiento.
Muchos retos
Los retos de Barco serán muchos y de alto calado. En primer lugar deberá estar al tanto del avance de las demandas que empresas españolas como Gas Natural Fenosa anunciaron contra Colombia por el caso de la intervención y liquidación de Electricaribe. De igual manera, una filial ibérica de Odebrecht también anunció que demandaría a nuestro país por la forma en que fue sacada de la concesión de la Ruta del Sol tramo II, que terminó inmersa en todo el escándalo de los sobornos. También está de por medio todo el pleito de corrupción en la Triple A en Barranquilla, que salpicó a los consorcios españoles Inassa, Canal Extensia S.A. (del grupo Canal Isabel II ) y otras.
El lio del Galeón
A ello debe sumarse que la nueva Embajadora tendrá que maniobrar con pies de plomo ante las aspiraciones del gobierno ibérico respecto al destino del tesoro del Galeón San José, que Colombia aspira a rescatar en pocos meses pero que Madrid reclama por tratarse de una nave militar suya en la época colonial. Y como si todo lo anterior fuera poco, es claro que la opinión de España es clave dentro de las decisiones de la Unión Europea y todas sus instancias de gobierno respecto al apoyo al proceso de paz en Colombia y la financiación del posconflicto. Incluso, dentro del proceso de definición de medidas para acabar con el régimen dictatorial de Nicolás Maduro en Venezuela -que tiene a Colombia como uno de sus principales impulsores- es claro que la postura del jefe del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, es mucho más moderada que la exhibida por su antecesor, el conservador Mariano Rajoy.
Rescate suspendido
El proceso para el rescate del Galeón San José está suspendido por el momento, ya que el pasado 5 de octubre el Ministerio de Cultura determinó congelar la escogencia del consorcio para esta tarea hasta “culminar la labor de revisión” de todo lo actuado en este caso por el anterior gobierno. De allí que la suspensión provisional se prorrogara cuatro meses contados a partir del 10 de octubre. Como se sabe, se trata de un proceso de selección bajo la figura de asociación público privada de iniciativa privada, sin desembolso de recursos públicos, que tiene por objeto el rescate del fondo del mar del tesoro del Galeón para “aprovechamiento económico, preservación y divulgación del hallazgo identificado en la etapa de exploración, así como la construcción, operación y mantenimiento de la infraestructura pública asociada, la cual corresponde a un laboratorio de materiales y a un museo”.
Protestas contra Trump
Como era apenas obvio, desde algunos partidos de izquierda ya se estaban organizando posibles marchas de protesta para el próximo 2 de diciembre, cuando estaba programada la visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Colombia. Como se sabe, aunque a mitad de la semana pasada la Cancillería de nuestro país dijo que estaba en el proceso de definición de la agenda, lo que obligó a los promotores de las marchas a empezar a organizarlas, todo acabó el viernes cuando la Casa de Nariño informó que la visita se aplazaba por un cambio en el itinerario de la Casa Blanca. Así las cosas, los manifestantes se quedaron con los ‘crespos hechos’.