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Jueves, 16 de Agosto de 2018
Redacción Política

Retos de la consulta

 

¿Cuál sería la votación mínima para que la consulta popular anticorrupción, a votarse el 26 de agosto, no se considere un fracaso electoral? Esa fue la pregunta que se les formuló a varios dirigentes políticos y las respuestas fueron disímiles. Desde la Alianza Verde se insiste en que están seguros de que la consulta alcanzará el umbral mínimo de participación electoral, es decir que superará los 12 millones de votos. Aducen que ese volumen electoral no es exagerado porque constituye un 30% menos que los 19,5 millones de votos registrados en la segunda vuelta presidencial de junio pasado. Agregan que el país está hastiado de la corrupción y que hay un ambiente ciudadano de cambio y reforma. Sin embargo, no ocultan su preocupación debido a que el Gobierno presentó la semana pasada varios proyectos de ley que contienen reformas similares a las de la consulta y apenas sí ha hecho pronunciamientos formales a favor de la misma pero sin generar hechos políticos de peso para impulsar su apoyo en las urnas.

 

Mínimo 4,6 millones

 

Sin embargo en la otra orilla hay quienes insisten en que no llegaría a los seis millones de votos, no solo porque Duque no la abandera frontalmente sino porque Gustavo Petro (8 millones de votos en la segunda vuelta) tampoco le hace campaña decidida en plaza pública. Así las cosas, para algunos dirigentes la consulta solo podría verse como un fracaso si llega a tener una votación por debajo de los 4,6 millones de votos que Sergio Fajardo sacó el pasado 27 de mayo, en la primera vuelta presidencial. Sin embargo, hay voces al interior de la coalición del Polo, Alianza Verde y Compromiso Ciudadano que se cruzan acusaciones, incluso contra el propio Fajardo, señalando que muchos dirigentes se mueven en las redes sociales pero poco en la plaza pública para ambientar la consulta.

 

¿Cuatro millones?

 

Hay otros analistas y dirigentes que consideran que hay un optimismo exagerado de los promotores de la consulta. Recuerdan, por ejemplo, que las firmas de respaldo a la convocatoria de la misma fueron 4,2 millones, de las cuales casi 3,1 millones terminaron siendo validadas por la Registraduría. En ese orden de ideas, hay quienes piensan que si el 26 de agosto se pasa el umbral de los cuatro millones sería muy positivo, dado que se trata de una época electoral muy fría, teniendo en cuenta, además, que la campaña publicitaria de la consulta ha sido de baja intensidad, al punto que algunos sondeos de opinión evidencian que una parte de la ciudadanía desconoce el cómo, cuándo, dónde y para qué de la misma.

 

El término “popular”

 

Es más. Un dirigente verde le admitió a un periodista de EL NUEVO SIGLO que se habían cometido muchos errores en la campaña de la consulta y uno de los más graves fue el no haber recalcado con más énfasis en que es una citación a las urnas. “…Seamos sinceros, cometimos el error de que el término que hizo carrera fue el de ‘consulta anticorrupción’, cuando lo que debimos haber lanzado a los cuatro vientos era ‘consulta popular anticorrupción’… Ahí fallamos, el término ‘popular’ es clave para entusiasmar al electorado, para hacerle entender que no es una cosa cerrada de los verdes ni de Fajardo…”, precisó la fuente consultada.

 

Sin embargo…

 

Para otros analistas, a la consulta del 26 de agosto le está favoreciendo que el auge de la corrupción en Colombia tomó la agenda de las últimas dos semanas, y no es solo por la elección del Contralor, la investigación de la Universidad Externado y los pronunciamientos de los jefes de los entes de control. Sin embargo, juega en contra del mecanismo el hecho de que ya los colombianos fueron cuatro veces a las urnas este año y eso desgasta y cansa.