Muchos con Gaviria

La posibilidad de que el expresidente César Gaviria deje la jefatura del Partido Liberal no tiene tan alto consenso, como muchos pensarían, dentro de la bancada y la dirigencia roja,  pese a la debacle de pasado domingo, en la que el candidato Humberto de la Calle tuvo una votación tan ínfima que ni siquiera llegó al 4 por ciento del total de votos válidos, lo que implica que no tendrá derecho a la reposición de votos. Es más, tendría que devolver al Estado los dineros que se le giraron por concepto de anticipo de gastos electorales. Como se sabe, desde antes de las elecciones ya varios dirigentes y parlamentarios habían advertido que si ocurría una catástrofe en las urnas por cuenta de las decisiones erráticas que se le achacan a Gaviria, como su negativa a la alianza entre De la Calle y Sergio Fajardo, el exmandatario tendría que pagar el costo político y entregar las llaves de la casa roja.

¿Quién más?

Sin embargo, un periodista de EL NUEVO SIGLO consultó ayer con uno de los más importantes senadores liberales en torno a qué hacer con la jefatura de Gaviria. En charla confidencial el parlamentario indicó que “nada más peligroso” en política de tomar decisiones con la cabeza caliente y al tenor de los resultados electorales recién informados. Dijo que quienes estaban pidiendo la salida de Gaviria estaban desconociendo los mandatos estatutarios del partido, que “… no es una tienda” en la que se puede hacer o deshacer “a capricho” de un día para otro. Recordó el parlamentario que no ve nadie distinto a Gaviria capaz de negociar una nueva alianza para la segunda vuelta y la coalición del próximo gobierno.

¿Y por qué se retira?

No cayó bien en varios sectores del movimiento Compromiso Ciudadano que el ahora excandidato presidencial Sergio Fajardo hubiera indicado ayer, en declaraciones a la prensa, que no volvería a presentarse a una competencia por la Casa de Nariño. Según se supo en círculos cercanos al exgobernador antioqueño, el anuncio de Fajardo fue sorpresivo para muchos porque si bien se había contemplado esa posibilidad semanas atrás, cuando las encuestas auguraban muy malos resultados, la situación cambió a partir del momento en que si bien no clasificó en la segunda vuelta el domingo pasado, sí tuvo una votación muy alta que lo dejaba en el primer lugar del partidor para 2022.

Contrapunteo polista (I)

Distintas interpretaciones se hacían ayer en el Polo Democrático alrededor de quiénes ganaron y quiénes perdieron el domingo pasado. Según el sector oficialista, los triunfadores fueron el senador Jorge Enrique Robledo y toda la dirigencia que se mantuvo fiel a la alianza con Fajardo, ya que el Polo quedó muy bien ubicado en una coalición fuerte política y electoralmente. Los partidarios de esta postura sostenían que lo ocurrido el domingo echaba por tierra la tesis de que Petro se había llevado todos los votos a nivel regional y local de ese partido sin que la cúpula en Bogotá tuviera mayor margen de acción para atajar los deslizamientos.

Contrapunteo polista (II)

Sin embargo, entre la dirigencia que, se sabe en todos los corrillos políticos, desobedeció las órdenes de apoyar a Fajardo y estuvieron de frente con Petro, la interpretación de los resultados del domingo es distinta. Sostienen, por ejemplo, que el oficialismo del Polo no puede “colgarse” del voto de opinión que respaldó masivamente por Fajardo y menos tratar de adueñarse del mismo, cuando fue claro en muchas zonas del país que el Polo estuvo con el exalcalde bogotano y que la izquierda en general, en todas sus corrientes, se volcó a apoyarlo masivamente. Quizá la única coincidencia entre ambas orillas sea el concepto de que “la peor jugada” lo hizo Clara López, pues fracasó su fórmula con De la Calle y su futuro quedó en vilo.