El impacto de la Ley de Garantías Electorales, que empezó a regir el pasado 11 de noviembre, en la economía colombiana de cierre de 2017 y el primer semestre de 2018 tiene divididos a los gremios y analistas económicos. Por ejemplo, para un dirigente del sector de la construcción, esos nueve meses en que la contratación pública, sobre todo de obras públicas civiles, va a estar restringida por efecto de la norma ya citada, podría ser “fácilmente superior a medio punto del PIB”. Sin embargo, para el gremio de la infraestructura, que adelanta su congreso anual en Cartagena, ese porcentaje es demasiado alto, ya que los gobiernos Nacional, departamentales y municipales tomaron las precauciones para dejar firmados muchos contratos y muchas obras empezarán a construirse en los próximos meses.
‘Fast track’ desperdiciado
Uno de los más experimentados senadores le dijo a un periodista de EL NUEVO SIGLO que Juan Fernando Cristo y Guillermo Rivera “demostraron cómo se puede desperdiciar una vía rápida legislativa” que tuvo una vigencia de doce meses y que apenas sacó adelante la mitad de las iniciativas que tenía previstas. “… No he sido ministro pero es claro que para cualquier observador desprevenido de cualquier gobierno sacar la mitad de los proyectos que se tramitaron por ‘fast track’ es un fracaso… Sobre todo porque durante gran parte del tramo anual ambos ministros contaron con las mayorías parlamentarias y sólo hace un mes sacaron a Cambio Radical…”, precisó el congresista.
¿Se caerían 16 curules?
El accidentado trámite del proyecto que crea las 16 curules especiales de paz en la Cámara de Representantes podría ser la primera iniciativa del proceso de implementación normativa del acuerdo de paz que corre riesgo alto de ser declarada inexequible por la Corte Constitucional, si es que finalmente logra pasar en la conciliación entre las plenarias de Senado y Cámara. En esta última hay varios parlamentarios que consideran que en la plenaria del Senado se incurrió en graves y evidentes vicios de forma en el tránsito del proyecto que dan para que la mayor parte del articulado se pueda caer en la Corte. ¿Qué pasaría si el proyecto es aprobado y las 16 curules elegidas en marzo próximo, pero luego la Corte declara inexequible el acto legislativo por vicios de forma insubsanables?
Votación para Congreso (I)
Todos los partidos hacen uso de la llamada “calculadora electoral” para proyectar cómo les podría ir en los próximos comicios parlamentarios. Los análisis parten, en primer lugar, de tratar de vislumbrar en cuánto podría crecer la votación entre marzo de 2014 y marzo de 2018. Las estadísticas de la Registraduría señalan que en las parlamentarias de hace tres años largos el potencial de sufragantes era de 32.835.856 personas. A las urnas acudieron 14.310.367 colombianos, pero hay que descontar los votos no marcados, que fueron 842.615 y los nulos, que llegaron a 1.485.567. Es decir que entre estos dos últimos se fue más del 15% de los sufragios, cifra nada desestimable.
Votación para Congreso (II)
¿Qué podría pasar en los comicios de marzo próximo? Es allí en donde entrar a jugar la “calculadora electoral”. Según la página web de la Registraduría hoy en Colombia el “potencial electoral nacional” es de 35.732,173 personas. Es decir casi tres millones más de ciudadanos que en las elecciones de 2014. De los habilitados para escoger a los nuevos senadores y Representantes en marzo próximo hay 17,2 millones de hombres y 18,4 millones de mujeres. Este asunto del género del elector está siendo muy analizado por las campañas, ya que en la actual contienda por la Jefatura de Estado se está registrando el número más alto de precandidatas y candidatas de las últimas cinco elecciones presidenciales y ello podría tener algún efecto en las urnas.