Ya está claro que a la Casa de Nariño no le gusta la posibilidad de que se impulse una reforma que abra paso al transfuguismo político, lo que le permitiría a muchos senadores y parlamentarios poder cambiarse de colectividad y ser candidatos allí de cara a los comicios de Congreso en marzo próximo. El presidente Santos así se lo advirtió a las bancadas de La U en la última reunión dos semanas atrás, en la que además se tomó la determinación, por recomendación directa del Jefe de Estado, de que ese partido no presentará candidato presidencial para 2018 y que mejor se concentrara en la difícil tarea de mantener las mayorías en Senado y Cámara así como integrar una coalición multipartidista en defensa del proceso de paz con chance de ganar la contienda por la sucesión en la Casa de Nariño.
Imposible por vía ‘fast track’
Sin embargo, no se puede negar que no sólo en La U, así públicamente se diga lo contrario, sino en otras colectividades hay mucho interés en que se concrete la amnistía al transfuguismo antes de que termine este primer tramo de legislatura, pero ello sólo sería posible si la reforma constitucional se introduce en el proyecto de reforma política y electoral que la Comisión I de la Cámara comienza a discutir a partir de hoy, ya que dicha iniciativa, al desarrollar el punto 2 del acuerdo de paz firmado con las Farc, se puede tramitar bajo el mecanismo de ‘fast track’ o vía rápida legislativa, lo que le permitiría ser aprobada antes de noviembre de este año.
La advertencia de Rivera
Sin embargo, el Gobierno decidió cerrarle el paso a la inclusión de esa propuesta de trasteo partidista en el proyecto de reforma política, pues no fue incluida en el texto original radicado en mayo pasado por el entonces ministro Juan Fernando Cristo como tampoco en la ponencia para primer debate, que se radicó la semana pasada, luego de una cumbre partidista y una audiencia pública, ya con Guillermo Rivera al frente de la cartera política. Precisamente sobre ese tema del transfuguismo, el Ministro indicó que va en contra de la reforma política que “busca relegitimar las instituciones de origen popular” y esa conducta (cambiar de colectividad) “hace de la actividad política una actividad poco seria, porque se termina engañando al elector, en consideración a la organización política y a la plataforma ideológica”.
Peros en las toldas rojas
Aunque Rivera es liberal, no todos en su partido consideran que debe cerrarse la puerta a una nueva amnistía al transfuguismo. “… Me parece un sinsentido que mientras a las Farc se les da toda la posibilidad de hacer un partido político, tener 10 curules aseguradas en Senado y Cámara, ocupar escaños pese a ser investigados por la JEP y hasta tener financiación y otras gabelas electorales sin antecedentes, en aras de la apertura e inclusión política y democrática, a los partidos legales y establecidos se les restrinja la posibilidad de abrir sus listas a quienes vienen de otras colectividades igualmente legales y establecidas… La apertura e inclusión deben ser para todos”, dijo un parlamentario liberal, que pidió la reserva de su identidad.
Galán y consulta popular en marzo
Y hablando de los liberales, se están moviendo las estrategias políticas y electorales a medida que se agota la cuenta regresiva para su congreso partidista, en septiembre. Por ejemplo, el senador Juan Manuel Galán, el precandidato presidencial que más alto marca en las encuestas, incluso por encima del exjefe negociador en La Habana, Humberto de la Calle, sigue insistiendo en que la escogencia del aspirante único se haga en una consulta popular abierta, pero no este año, sino el mismo día de las elecciones parlamentarias de 2018, es decir el 10 de marzo. Hay otros partidos que están planteando consultas internas o abiertas este año, para que en marzo se voten las consultas interpartidistas y escoger candidatos de coalición.
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