Una de las políticas más vigiladas del Gobierno es, sin duda, la de reparación a las víctimas del conflicto armado. Los entes de control han realizado una supervisión muy detallada de la aplicación de esta norma legal y los balances son en su mayor parte positivos. Sin embargo, según una alta fuente gubernamental,  “… es previsible que una vez se empiece a aplicar la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz) se presente un nuevo pico de victimización, ya que hay muchas personas que están pendientes de las confesiones de guerrilleros e integrantes de la Fuerza Pública… Muchas personas no iniciaron el proceso de reclamación de reparación por miedo a represalias de las Farc cuando aún estaban en guerra y con armas, pero ahora la cuestión será distinta… Y lo mismo puede decirse de los militares y policías que deben confesar todo lo que hicieron si quieren acceder a los beneficios penales y penitenciarios…”

James y el fiscal Martínez

Fueron muchos los ecos al debate que se desarrolló el martes en la tarde y noche en la plenaria del Senado alrededor del caso Odebrecht. Por ejemplo, un senador de La U dijo que “… me pareció como cuando los colombianos nos ponemos en frente del televisor para ver un partido del Real Madrid con la esperanza de que dejen jugar a James… Por más bueno que sea el partido, si el colombiano no aparece uno queda con la sensación de que faltó lo más importante… Con el debate de Odebrecht pasó lo mismo: todos esperábamos un cara a cara definitivo entre Robledo y el fiscal Martínez, pero como este no fue, pues el debate quedó en punta”.

Lizcano versus uribistas

Las relaciones entre la bancada del Centro Democrático y el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, cada día se deterioran más, y así quedó evidenciado en la plenaria del martes, cuando la negativa de este último a darle un derecho a réplica inmediato al senador Iván Duque, quien había sido mencionado en su intervención por el senador citante Jorge Enrique Robledo,  casi genera una zambra en el recinto. Aunque luego los ánimos se calmaron y hubo palabras más amables de lado y lado, un parlamentario uribista le dijo a algunos periodistas que “… contaba los días para que terminara esta legislatura y Lizcano saliera del cargo”. Paradójicamente en las bancadas de La U y los liberales se tiene la percepción distinta, es decir la de que tanto las directivas de Senado y Cámara son demasiado permisivas con el uribismo.

Balance de los ministros

Más sobre el debate de Odebrecht. Para algunos senadores fue claro que el ministro que mejor se defendió fue el de Agricultura, Aurelio Iragorri, que demostró su experiencia en estas lides de las discusiones parlamentarias y el bagaje político, mientras que el titular del Interior, Juan Fernando Cristo, se vio menos contundente, quizá porque habló después del expresidente Uribe y le tocó salirle al paso a las críticas de este contra el gobierno Santos. El ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, dejó la sensación a varios senadores de que trató de forzar demasiado el tono y eso atentó contra la claridad de sus opiniones, que a veces parecieron casi atropelladas.

Ring de candidatos y precandidatos

Otra de las observaciones de los parlamentarios y analistas sobre este debate fue que por momentos pareció más un tinglado de campaña presidencial que una discusión sobre uno de los escándalos de corrupción más graves de los últimos años. Esto porque fueron protagonistas Robledo (candidato del Polo), Iván Duque (precandidato uribista), Iragorri (quien suena como precandidato de La U), Cristo (quien suena como precandidato liberal) y un expresidente Uribe que dedicó gran parte de su tiempo a defender a Oscar Iván Zuluaga, otro de sus precandidatos que se vio forzado a suspender su campaña por ser salpicado en el caso Odebrecht.