El trámite del proyecto de ley que establece una adición presupuestal por 7,7 billones de pesos no será tan tranquilo como se presume en el alto gobierno. De un lado, el uribismo enfila baterías contra la iniciativa con el ánimo de evidenciar que el gasto gubernamental está disparado y que la urgencia de la reforma tributaria que se aprobó en diciembre y empezó a aplicarse en enero no era tal. Incluso se pedirá al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, que presente un corte de cuentas sobre los recursos adicionales que está recibiendo el Estado por cuenta de la recuperación de los precios del petróleo, que lleva casi todo el año por encima de los 50 dólares el barril.
Lupa a adición presupuestal (I)
No hay que olvidar que cuando el Gobierno presentó el año pasado el presupuesto general de la Nación para 2017 lo hizo con base en los siguientes supuestos: crecimiento del PIB de 3,5% a diciembre de este año; inflación del 4 por ciento; cotización promedio del dólar de $3.033 y un valor promedio del barril de crudo en 47,59 dólares por barril, ajustando una producción diaria de crudo de 913.000 barriles. Las cifras han variado en los últimos meses: la proyección de PIB para 2017 está por debajo del 3%, el último dato de inflación anualizada es de 4,69%, el dólar está por los lados de los 2.875 pesos y la producción petrolera está por debajo de los 900 mil barriles, sobre todo por los ataques al oleoducto Caño Limón-Coveñas.
Villalba y el Vicepresidente
En una columna de opinión el senador liberal Rodrigo Villalba se refirió, a propósito de la escogencia por el Congreso del general (r) Oscar Naranjo como Vicepresidente, a los fracasos de los generales y otros altos mandos que se han postulado a cargos de elección popular. “En la política reciente los miembros de las Fuerzas Armadas no han tenido éxito en estas lides. Pero Naranjo no solo representa a éstas sino a un sector del país que había estado excluido en el inmenso y complicado firmamento de la política. Su participación en las negociaciones de paz, junto al general Tapias, le dieron tranquilidad a unas Fuerzas Armadas amedrentadas por la oposición, que desde siempre denunció supuestas condiciones desventajosas en la negociación”, indicó Villalba.
Campanazo por Peñalosa
En altos círculos del gobierno Santos ya existe preocupación por la baja popularidad del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, y la coincidencia de las campañas de recolección de firmas que se vienen adelantando para promover una revocatoria de su mandato. Según trascendió, hay varios asesores de la Casa de Nariño que consideran que se está minimizando la crisis política y de imagen de Peñalosa y que ello podría llevar a una “sorpresa desagradable” sobre su continuidad en el cargo. Por lo mismo se considera que desde el Gobierno nacional debe activarse un apoyo más concreto a la administración Distrital, sobre todo en temas como el Metro, el plan vial y vivienda.