Pulso por curul
Una verdadera pesadilla jurídica le espera al Consejo Nacional Electoral, que es el organismo que debe decidir a quién le corresponde asumir la curul de la fallecida senadora del Partido Verde, Gilma Jiménez. Como se sabe, en los comicios parlamentarios de 2010 ese partido logró sacar cinco escaños al Senado. De acuerdo con la ley, al producirse una falta absoluta de uno de los congresistas (salvo que sea por las causales establecidas para aplicar la sanción de la silla vacía), debe asumir el escaño el siguiente candidato no elegido en la lista.
La votación
En las elecciones parlamentarias de 2010, Gilma Jiménez obtuvo 207.799 votos; Jorge Londoño, 81.749, Félix Varela, 35.163; John Sudarsky, 32.787; e Iván Name, 10.188. Ellos fueron los cinco elegidos. Le siguieron Mercedes del Carmen Maturana, con 9.459 sufragios. Y en sexto lugar quedó Rodrigo Romero Hernández, que sumó 9.419 votos. Como se ve, la diferencia entre el sexto y el séptimo lugar es apenas de 40 sufragios.
Polémica
Toda la polémica radica en que en mayo pasado Maturana renunció al Partido Verde, pues se candidatizó a la Alcaldía de Cartagena a nombre del MIO. En esa carta dirigida a la cúpula verde, la dirigente precisó que “… No siento democracia al interior del mismo, ni representación de liderazgo regional y por el contrario advierto un irrespetuoso centralismo que favorece intereses particulares y hechos fundamentados en el todo vale del que no quiero seguir haciendo parte”. Y puntualizó que “… Mi renuncia no es a mis principios, ni a mis luchas... es simplemente que considero que el espacio para mi participación dentro del partido ya no existe”.
Se pensaba…
Pues bien, con base en esa renuncia todo el fin de semana la dirigente del Partido Verde dio por entendido que Maturana seguiría como candidata en Cartagena (pese a que en las encuestas no suena) y que la curul le correspondería a Romero Hernández. Es más, varios medios de comunicación, entre ellos EL NUEVO SIGLO, trataron de localizarlo para conocer sus primeras inquietudes respecto a la labor parlamentaria que desarrollaría durante este último año del cuatrienio.
Sin embargo…
Sin embargo, el lunes pasado todo empezó a cambiar cuando se conoció en La Heroica que Maturana renunciaba a la candidatura y se disponía a asumir la curul que dejó Jiménez en el Senado. Aunque inicialmente se creyó que la información no era precisa, ayer la misma dirigente confirmó que venía por la curul. “Renuncié a la militancia del Partido Verde, nunca a mi curul, eso es un derecho adquirido”, señaló la hora excandidata en declaraciones a la W radio. Agregó, incluso, lo siguiente: “Yo soy verde, y esa curul me pertenece”, indicó.
Y ahora…
EL NUEVO SIGLO consultó con un exmagistrado del CNE, quien -hablando en tono confidencial- dijo que “el problema aquí no es tan en blanco y gris… Hay jurisprudencia reciente del Consejo de Estado y la Corte Constitucional que si bien es relativa a la doble militancia, tiene en el fondo criterios claros sobre lo que significa la pertenencia a un partido… El problema es que la Ley de Bancadas no se aplica literalmente y prueba de ello es lo que pasa entre el Polo y Progresistas”.