En los pasillos de la Casa de Nariño se escucha decir que varios altos dirigentes afectos al Gobierno están preocupados por lo que consideran “errores tácticos” en la respuesta a la estrategia del uribismo de victimizarse como un partido que está siendo blanco de persecución política, como fórmula para esquivar los cuestionamientos por los procesos penales en marcha contra varios de sus jefes y exaltos funcionarios. La negativa del permiso al expresidente Uribe y otros parlamentarios del Centro Democrático para que pudieran viajar al exterior fue considerada por algunos integrantes del sanedrín presidencial como un ‘papayazo’ que el uribismo no perdió tiempo en aprovechar para tratar de sustentar su estrategia de victimización. Por lo mismo se estaría convocando a los jefes de la Unidad Nacional en próximos días para delinear una estrategia conjunta y efectiva de réplica al uribismo.
Defensa débil
Consultados sobre el particular por periodistas de EL NUEVO SIGLO, algunos de los senadores santistas, ayer en el arranque de las sesiones extraordinarias, indicaron que la defensa gubernamental ha sido débil, pero no por culpa de los partidos de la coalición sino principalmente porque los ministros llamados a dar esa pelea, es decir, los del Interior, Juan Fernando Cristo, y de la Presidencia, Néstor Humberto Martínez, no han sido lo suficientemente enfáticos y beligerantes para rechazar las acusaciones del Centro Democrático.
Ministerial, no presidencial
“… Cuando los escuderos naturales no son rápidos ni drásticos en la defensa del Presidente, le toca a este ponerse al frente del contrapunteo con la oposición, como ocurrió anoche (la del lunes) cuando fue el propio Santos el que tuvo que salir a contestarle a la rueda de prensa del uribismo… Son los ministros y no Santos los que tienen que replicar a Uribe y compañía, son los ministros los que deben dar esa pelea, así corran el riesgo de quemarse… Los ministros son fusibles que se pueden cambiar, pero no el Jefe de Estado… Además, si Santos sale todos los días a replicar a Uribe y compañía, lo que se está haciendo es darle más estatus a la oposición uribista y ese es un error de estrategia política muy grave… A Uribe debe contestársele a nivel ministerial sin que se pueda poner en el mismo plano del Presidente”, dijo un senador de La U, que pidió la reserva de su nombre.
¿Canciller para la paz?
Precisamente por el eco que pueda tener la gira internacional del uribismo (que tiene como principal objetivo criticar el proceso de paz) y las múltiples agendas que debe atender la ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, es que hace dos semanas, como se publicó en esta Sección, algunos dirigentes del santismo pidieron estudiar la posibilidad de designar una especie de “canciller para la paz”, que se encargue de la defensa política y jurídica del proceso, así como de la gestión de ayuda internacional para el posconflicto a nivel internacional. Si bien esa tarea la deberían cumplir los embajadores, es claro que para replicar a un personaje del peso político de Uribe, se requiere también un peso pesado.