La circulación el fin de semana de una foto en donde se ve a varios de los negociadores de las Farc disfrutando de un paseo a bordo de un yate en aguas del mar cubano, generó indignación entre la opinión pública y varios sectores políticos. Incluso en altas fuentes gubernamentales se consideró un error muy grave de la guerrilla esa clase de fotos, pues el tema de guardar discreción en Cuba y que a los negociadores no se les viera en playas, paseos y otros eventos de descanso, había sido hablado cuando se fijaron las reglas del juego sobre las tratativas en La Habana.
Los ‘inri’
Esa previsión sobre guardar bajo perfil por fuera de la Mesa se había pactado entre los negociadores de lado y lado a finales del año pasado, con el único objetivo de evitar que estos aspectos menores se convirtieran en los ‘inri’ del proceso, como ocurrió con hechos puntuales y accidentales que ocurrieron en el proceso de paz entre el gobierno Pastrana y las propias Farc. Como se recuerda en ese proceso asuntos anecdóticos como la “silla vacía” de Marulanda el día de la instalación de los diálogos en enero de 1999 y las imágenes tiempo después de los negociadores tomando un vaso de whisky o bailando, se convirtieron en flanco reiterado de críticas al proceso.
‘No fue el uribismo’
Respecto a la hipótesis de que la foto de las Farc habría sido conseguida inicialmente por el uribismo, el cual luego la puso a circular, hubo también reacciones. De un lado, un veterano dirigente político dijo que no creía que fuera el uribismo el que consiguió inicialmente la foto porque “… si Uribe hubiera tenido como primicia esa foto, de inmediato citaba una rueda de prensa, con su candidato presidencial al lado, y generaba un hecho político alrededor del escandaloso tema… Creo que el uribismo simplemente replicó la foto que estaba al aire, pues no habría perdido semejante papayazo para hacer política y darle palo al proceso de paz”. Sin comentarios.
Bajo perfil
Los negociadores del Gobierno siempre han acatado esas reglas de máxima discreción, al punto que los periodistas que cubren el proceso en La Habana confirman que los representantes del Ejecutivo tienen una vida social bastante limitada y de bajo perfil cuando están en La Habana, a tal punto que rara vez se les ve a todos en restaurantes conocidos y menos asoleándose o dando un paseo por la paradisíaca isla. “… Si lo hacen, si es que lo hacen, no se dejan ver, y en eso De la Calle (el jefe negociador) es el más exigente”, precisó un comunicador que viajó semanas atrás a Cuba.
Autogol…
Entre tanto, en círculos castrenses se consideraba ayer que la foto les hace más daño a las Farc, que al Gobierno o al propio proceso. “… Cuando usted está en el monte, aguantando hambre, lluvia, frío, correteado por el Ejército y con miedo a ser bombardeado en cualquier momento, ver una foto así, lo único que hace es generar rabia entre los guerrilleros de base y muchos mandos medios que están mamados de la guerra y la mala vida en las Farc, situaciones que han incrementado las deserciones y un creciente perfil mafioso en la subversión”, precisó un coronel retirado, que pidió la reserva de su nombre.