No se va
La posibilidad de que el procurador Alejandro Ordóñez renuncie en los próximos días para no inhabilitarse de cara a una eventual candidatura presidencial está cien por ciento descartada. Aunque es verdad que desde algunas instancias políticas le han planteado en los últimos meses que analice esa eventualidad e incluso se dice que desde las toldas uribistas y varios sectores conservadores ya le habrían anunciado respaldo a una posible candidatura, lo cierto es que el jefe del Ministerio Público no saldrá de su cargo en el corto plazo, y así se lo habría confirmado a su equipo de trabajo más cercano semanas atrás.
Otro escenario
Es más, ayer en los pasillos de la Procuraduría se afirmaba que la advertencia que hiciera Ordóñez en Medellín el lunes en la noche, durante un homenaje que le hicieron sectores conservadores, muy cercanos al uribismo, en torno de que prefería renunciar en caso de que se firmara un proceso de paz que implicara impunidad a la guerrilla, fue el resultado -como se dice popularmente- de aquella premisa popular según la cual a la “gente hay que decirle lo que quiere oír”. En otras palabras, que su pronunciamiento correspondió al clima y tendencia del escenario en que se encontraba. ¿Será?
El riesgo
Sin embargo, en el Congreso se tenía una lectura distinta de la postura del Procurador. Por ejemplo, un senador conservador, que pidió la reserva de su nombre, dijo que entendía la advertencia de Ordóñez y por qué planteaba incluso la posibilidad de dimitir. “… Imagínese el problema en que se verían el Gobierno y las Farc si firmado el proceso de paz y estando pendiendo un mecanismo de refrendación popular de lo pactado, una persona de los quilates de Ordóñez, sin las ataduras que le impone ser el jefe del Ministerio Público, emprende una campaña contra lo acordado… Seguramente sus tesis de cero impunidad a la guerrilla podrían calar en muchos sectores y determinar un posible revés en las urnas para el acuerdo de paz… Vea que en Centroamérica hay un país en donde la gente votó negativamente el acuerdo de paz…”, precisó el parlamentario.
Palabra empeñada
¿Podría ser el procurador Ordóñez el plan B del expresidente Uribe ante la realidad inocultable de que sus precandidatos presidenciales no tienen chance real de derrotar a un Presidente-candidato como Santos? Esa es la pregunta que ayer circulaba en todos los corrillos políticos y las hipótesis que se manejaban eran muchas. Por ejemplo, se indicó que esa posibilidad no era viable porque ya Ordóñez le había dado su palabra a la dirigencia conservadora en noviembre pasado, cuando le fueron a preguntar qué prefería: repetir Procuraduría o terminar su período en enero y quedar listo para una eventual aspiración presidencial en 2014. Se inclinó por lo primero y dio su palabra.
Puente expresidencial
Sin embargo, otra hipótesis que ayer circulaba daba a entender que Ordóñez podría ser el puente definitivo para que los expresidentes Uribe y Andrés Pastrana terminaran trabajando activamente en la campaña anti-reeleccionista. La tesis de los que así pensaban era por demás sencilla: Ordóñez se lanzaría a nombre del conservatismo (cumpliendo así los lineamientos de Pastrana respecto de que el partido debe tener candidato propio para no perder vocación de poder) y Uribe encontraría, por fin, un rival fuerte que podría medírsele a Santos y tener chance de derrotarlo en las urnas.