No iría | El Nuevo Siglo
Viernes, 13 de Septiembre de 2013

En el Congreso se dice que la moción de censura que el Partido Conservador había anunciado que impulsaría contra la ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, se terminó desinflando por dos razones básicas. En primer lugar, que la Casa de Nariño leyó esa propuesta como una muestra del inconformismo de la colectividad frente a algunas actitudes del Gobierno, y que hubo diálogos entre las partes para tratar de solucionar esos roces. Y, en segundo lugar, que tras el anuncio de la estrategia para enfrentar los lesivos efectos del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, el país debe mostrarse unido en torno del plan anunciado por la Presidencia y, en ese orden de ideas, no es momento para tratar de imponer una sanción política a la Canciller.

 

¿Acto de degravavio?

Y hablando de los conservadores, hay varios parlamentarios de ese partido que sostienen que debe hacerse un acto de desagravio al exministro de Agricultura, Francisco Estupiñán, pues él terminó pagando los platos rotos de toda la crisis política y de orden público que se derivó de los paros campesinos de las últimas semanas. Crisis que, sostienen, es estructural y no se le puede achacar a un ministro que no llevaba mucho tiempo en el cargo.

 

Las razones

“… No podemos dejar que quemen a un ministro conservador que no llevaba ni tres meses en la cartera y que no tuvo tiempo para maniobrar para apagar el incendio de una crisis que todos sabemos que es estructural… Al partido le faltó solidaridad con Estupiñán y dejó que toda el agua sucia le cayera a él… Ojo que hay liberales que en campaña andan diciendo que el empleo va bien porque es un ministerio que lo manejan los liberales, pero que el campo va muy mal y que esa cartera la han manejado los conservadores desde que inició el gobierno Santos”, precisó un parlamentario el miércoles pasado en charla con un periodista de EL NUEVO SIGLO.

 

Bautizo de fuego

Como para alquilar balcón estará el debate que el próximo martes se llevará a cabo en la plenaria del Senado sobre el controvertido tema de la venta de Isagen que está proponiendo el Gobierno pero que cada día tiene más contradictores. Aunque el miércoles pasado, durante el acto de su posesión, el nuevo ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta, que semanas atrás se había convertido en fuerte crítico de la privatización de la generadora, ya dio visos de que, como integrante del gabinete, defenderá la operación de venta, es claro que más de un congresista lo atacará con los propios argumentos que el exsenador guajiro utilizó para oponerse inicialmente. Todo un bautizo de fuego para Acosta.  

 

Y más…

Pero no será el único gran debate que el recién posesionado titular de Minas tendrá que afrontar. Ya lo citaron para que explique el siempre espinoso tema del precio de los combustibles, el mismo que por estos días está más que en primera plana luego del fallo de la Corte Constitucional tumbando un artículo que le permitía al Gobierno aplicar una tarifa adicional al valor del galón de gasolina o diesel con el fin de nutrir al Fondo de Estabilización. Acosta dijo el miércoles pasado que era partidario de buscar alguna fórmula para abaratar el precio de la gasolina. El del diesel está congelado hasta diciembre, tras un acuerdo entre Gobierno y camioneros hace una semana.