Los expertos en publicidad están sorprendidos por la forma en que ambas campañas publicitarias andan investigando si a las personas que aparecen en las cuñas de la otra orilla fueron pagados o aparecieron en ellas por convicción propia. En los debates de esta semana, tanto televisados como radiales, quedó en evidencia que ambas campañas se dieron a la tarea de indagar cómo se habían realizado las cuñas publicitarias de la contraria, incluso acudiendo a investigaciones tipo detectivesco, llegando al extremo de recaudar declaraciones y testimonios firmados de quienes aparecen en los comerciales de lado y lado… Algo sin antecedentes en la publicidad política en Colombia.

Lupa publicitaria (II)

“… Todas las piezas publicitarias tienen un componente actoral bastante alto, de forma que tal el hecho de si a tal o cual persona se le pagó por aparecer, no es extraño al día a día de la publicidad política visual… Hacer una pieza de estas pueda tardar uno, dos o más días, en sus distintas etapas de concepto, preproducción, producción, edición y producto final para aprobación… Allí se les paga a todos, desde el actor natural hasta el técnico más pequeño y al equipo publicista como tal… Aquí no hay nada raro en ninguna de las campañas”, precisó un reconocido publicista político consultado por EL NUEVO SIGLO.

Sí pero no…

La idea que surgió del presidente de Cine Colombia,Munir Falah, en torno de que la empresa privada, con el ánimo de incentivar la votación el próximo fin de semana en la segunda y definitiva vuelta presidencial, otorgue un premio de cuatro horas de permiso laboral remunerado a quienes asistan a las urnas (adicionales a las cuatro que ya reconoce la ley), tomó mucho vuelo, sobre todo por el impulso que le dio la W radio. Un alto funcionario del Estado fue consultado por un periodista de EL NUEVO SIGLO al respecto. La fuente indicó que “… esa idea no puede aplicarse en las entidades públicas, hay un principio de legalidad que sostiene que a los agentes del Estado sólo les está facultado hacer lo que la ley indica, y como esas cuatro horas adicionales no están regladas, pues no se pueden otorgar, “so pena de caer en prevaricato por acción”. Vea pues.

Muy atentos…

La pelea que existe en Colombia entre los canales privados de televisión y los cableoperadores alrededor de si estos últimos pueden retransmitir la señal de alta definición de los primeros, tiene eco más allá de nuestras fronteras. Lo anterior porque en varios países llamó la atención la posibilidad de que los consorcios multinacionales que se adueñaron de la televisión por suscripción tengan que pagarles a los canales privados locales un monto de dinero por cada afiliado a su servicio. En nivel latinoamericano se estaría hablando de un monto de recursos muy alto e incluso hay quienes consideran que el tema debería ser llevado a instancias supranacionales como el Tribunal Andino.