Inquietud por TLC
En las presidencias de varios gremios del sector económico existe cierta inquietud respecto a la decisión del Gobierno Santos de desacelerar la firma de nuevos tratados de libre comercio y concentrarse, en cambio, en la adecuación de infraestructura, competitividad y agenda productiva internas para enfrentar de mejor manera los acuerdos ya vigentes o los que estando ya firmados entrarán en vigor en el corto plazo. “… No se ve que ese cambio de énfasis en la estrategia comercial vaya acompañado de un plan definido, con metas claras y medibles en materia de agenda interna…”, precisó un dirigente gremial días atrás en una charla con periodistas.
No pero…
Aunque no tuvo mucho eco la propuesta del senador Camilo Sánchez de volver a instaurar en Colombia la llamada banda cambiaria (que fijaba un piso y un techo para la fluctuación del precio del dólar frente al peso colombiano), lo cierto es que para la mayoría de los analistas si bien no hay margen de acción para resucitar esa franja de control al precio de la divisa, sí debería pensarse a futuro en crear mecanismos de intervención más indirectos pero formales, que no queden con tanta discrecionalidad del Banco de la República. Por ejemplo, se plantea que en algunos países europeos existe una banda cambiaria que se maneja en nivel interno en los bancos emisores o centrales, y que activa automáticamente una serie de medidas cuando se disparan las tendencias de devaluación o apreciación.
Urgen directiva
La quisquillosidad política está a flor de piel. Desde todos los flancos de la oposición se disparan críticas y señalamientos de presunta participación en política por parte de los funcionarios. Prueba de ello es que en las toldas del uribismo hay quienes están proponiendo que se pida al procurador Alejandro Ordóñez que emita una directiva advirtiéndole al presidente Santos, su gabinete y todos los altos cargos de organismos del orden nacional para que se abstengan de hacer declaraciones relacionadas con la expectativa de reelección.
Las más idas…
Fueron muchas y hasta contradictorias las especulaciones que se escucharon ayer sobre los motivos del presidente Santos y el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, para remover la cúpula militar y policial. Que esta nueva línea es la del “posconflicto”, que “se reforzó el perfil tropero de la cúpula porque había crisis de resultados contra las Farc”, que “al director saliente de la Policía le cobraron su referencia al uribismo”… Pero las más descabelladas fueron dos. Una según la cual las Farc habían pedido la cabeza de esta cúpula por todos los golpes asestados contra la subversión en el último año… Y dos, que el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, había exigido en su visita a Bogotá el remezón castrense y policial. ¡Eso sí es imaginación!
¿Y la reforma?
Ya se acerca el primer mes de instalación del Congreso y el proyecto de reforma pensional nada que asoma en el Congreso. Se dice en los corrillos parlamentarios que está desgastada la respuesta gubernamental en torno de que la demora es porque la iniciativa sigue en socialización, tal como lo ha afirmado el ministro de Trabajo, Rafael Pardo. Según algunos senadores, hay temor en las altas esferas del Ejecutivo por el impacto que el proyecto tenga en la opinión pública en pleno año electoral y, en ese orden de ideas, no se descarta que el proyecto siga aplazándose.