CASO URIBE (I). El llamado a juicio del expresidente Álvaro Uribe tendrá inmediatas repercusiones políticas no solo en la vocería de la oposición sino al interior del Centro Democrático. “… Uribe es el líder político más influyente de este siglo y que sea llamado a juicio tiene grandes y graves implicaciones políticas… Las tiene en Colombia y las tendría en cualquier otro país con un dirigente de esos quilates, sea quien sea… ¿Cuáles son esas consecuencias? Diría que las hay en tres escenarios distintos: el de la oposición, el del uribismo y el de las elecciones de 2026”, precisó a EL NUEVO SIGLO una alta fuente del Centro Democrático, que pidió la reserva de su nombre.

CASO URIBE (II). Sobre lo primero, el dirigente señaló que “… Uribe es hoy uno de los principales referentes de la oposición, no solo porque Rodolfo Hernández nunca asumió ese rol (y hoy está enfermo y procesado), sino porque ‘Fico’ Gutiérrez, al ser alcalde de Medellín, tiene una serie de limitaciones para liderar el antipetrismo… Más allá de ellos, está Germán Vargas Lleras, que muchos ven como candidato a 2026… Hay otras voces críticas, incluidas las de los expresidentes Duque, Gaviria y el propio Santos, que cada vez que habla le marca distancias a Petro, así como las de otros excandidatos, exministros o congresistas… Un Uribe sub judice se debilita en ese escenario pero no se ve si alguno de los otros nombres tomará una vocería que hoy es diaria, combativa en muchos campos, sin tregua y de referencia permanente”.

CASO URIBE (III). El propio Uribe, desde hace varios meses, ha insistido a la bancada, dirigencia y directivas del Centro Democrático que debían dar un paso al frente, tomar más protagonismo y precaver que si su situación jurídica se complicaba (es decir, si era llamado a juicio) él debería concentrarse en su defensa y disminuir el protagonismo público para no afectar la acción política de su colectividad. En ese orden de ideas, aplicado ya el cambio en la dirección del partido, ahora en cabeza de Gabriel Vallejo, los llamados a tomar ese relevo de la vocería serían este último y congresistas como Paloma Valencia, María Fernanda Cabal, Miguel Uribe Turbay y algunos representantes a la Cámara.

CASO URIBE (IV). Para nadie es un secreto que en los comicios de 2022 el hecho de que el expresidente Uribe estuviera encartado judicialmente le restó impacto y protagonismo político y electoral. De hecho, él mismo aceptó que dio un paso al costado para no afectar a sus candidatos al Congreso y la estrategia de contienda presidencial. Al final de cuentas, en las urnas la bancada en Senado y Cámara perdió escaños, en tanto que el uribismo no tuvo candidato propio a la Casa de Nariño por el retiro de Óscar Iván Zuluaga, y si bien sus huestes apoyaron, primero, a Federico Gutiérrez y, luego, a Rodolfo Hernández, el ganador fue el aspirante de izquierda Gustavo Petro. Visto ello, es claro que, si bien el proceso a Uribe apenas comienza, es posible que sus instancias decisivas terminen siendo paralelas a la precampaña o la campaña parlamentaria y presidencial de 2026. El coletazo electoral, entonces, sería muy alto.