Tras el remezón ministerial son muchos los análisis que se empezaron a hacer. Se dijo en los corrillos políticos, por ejemplo, que el presidente Santos sacrificó a ministros bogotanos para darles cabida a titulares oriundos de otras regiones del país, y que esa intención fue bastante evidente en la forma en que el Jefe de Estado enfatizó el origen caucano, tolimense, caleño, guajiro, santandereano y barranquillero de los nuevos integrantes del gabinete. La cuota de mujeres en Palacio también se amplió con la llegada de Tatyana Orozco a un cargo tan importante como la Dirección Nacional de Planeación.
No va a La U
Lo que más sorprendió en el ajuste en el gabinete fue que se quedó el titular del ministerio de Comercio Exterior, Sergio Díaz-Granados, a quien todos daban como seguro nuevo presidente de La U. Es más, en los pasillos de esa cartera ya se estaban organizando actos de despedida al dirigente costeño ¿Por qué lo dejaron? Una alta fuente de Palacio indicó que a escasos once meses de entregar el poder y con unos industriales y sector manufacturero pidiendo un plan de choque en materia de impulso a la competitividad, quien mejor puede liderar ese proceso es Díaz-Granados, pues él estuvo al frente de la negociación de los TLC, a los que muchos culpan de la caída en el sector manufacturero local.
¿Sería Prieto?
¿Entonces quién será el presidente de La U? En vista de que el nombre de Díaz-Granados salió de la baraja, en las toldas de esa colectividad se da por seguro que las riendas serán tomadas por Roberto Prieto, exdirector ejecutivo por Colombia y Perú ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Se sabe que en la Casa de Nariño respaldan su nombre, aunque en la bancada hay senadores y representantes que consideran que no tiene el suficiente bagaje político para ser el vocero del partido en plena época electoral y, aún más, cuando el presidente de La U tiene que convertirse en el principal escudero de la campaña presidencial reeleccionista.
Mockus va que va
“Va a jugar”. Esa fue la respuesta que una persona muy allegada al excandidato presidencial Antanas Mockus dio al preguntársele sobre si el también exalcalde de Bogotá iba a volver a meterse en la arena política ahora que asoman los comicios para Congreso y la Casa de Nariño. Según la fuente consultada, Mockus es un “político, un político distinto a muchos, pero un político, en la medida en que ve esta actividad como una función de servicio público y sabe que su particular forma de hacer política es eficaz y tiene eco entre la ciudadanía”.
Y el vice ahí…
Siguen los ecos a la encuesta Gallup revelada días atrás. Por ejemplo, se dice que quedaron muy contentos en las toldas del vicepresidente Angelino Garzón, quien, después del presidente estadounidense Barack Obama, es el dirigente colombiano con más alta imagen favorable (70%). De nuevo se escucha decir en los corrillos gobiernistas que Santos debería insistirle a Garzón que reconsidere su negativa a ser, de nuevo, su segundo a bordo en la campaña reeleccionista. ¿Será que Santos lo convencería? O mejor ¿Será que Santos sí contemplaría la posibilidad de hacerle esa petición a su vice?