Uno de los más importantes empresarios del sector de la infraestructura advertía días atrás que hay mucho temor entre funcionarios de rango medio en las entidades ministeriales y de control a la hora de viabilizar la multiplicidad de trámites que se requiere para arrancar las obras sobre el terreno. “… Hay voluntad política en el alto Gobierno, hay modelos financieros sólidos y un sector privado dispuesto a invertir a fondo en la infraestructura, pero muchos proyectos se quedan por la mitad del camino debido a que los mandos medios tienen miedo de que cualquier papel que firmen puede terminar de empapelarlos con la Procuraduría, la Fiscalía o la Contraloría… Ese es el cuello de botella que el Gobierno debe buscar solucionar”, precisó el empresario, en charla informal con periodistas del área económica.
El caso Martínez
Un veterano senador anotaba el martes, tras confirmarse la renuncia del ministro de la Presidencia, Néstor Humberto Martínez, que no tenía “mucha lógica” que mientras en el proyecto de reforma de equilibrio de poderes se hizo todo lo posible para que los magistrados que salen de las altas cortes no puedan salir a litigar de inmediato ante los tribunales que integraron, los ministros no tengan una inhabilidad similar en cuanto a tiempo y restricciones, pues es claro que la oficina del saliente ministro en poco tiempo asumirá procesos que tienen que ver con pleitos de gran calado con el Estado, que si bien Martínez no llevará personalmente, sí lo harían otros abogados de su firma. Vea pues.
Seguirán los otros
Y hablando del caso Martínez, en La U consideran que lo mejor sería no remplazarlo, a menos que el titular provenga del llamado “partido de gobierno”. Según varios de los parlamentarios de esa colectividad, el saliente Ministro de la Presidencia y el vicepresidente Germán Vargas Lleras estaban marcando los tiempos y la prevalencia temática y de decisiones en la Casa de Nariño, en detrimento de los otros dos partidos de la coalición de Unidad Nacional. Por lo pronto, ayer en los pasillos de la sede presidencial se insistía en que el Jefe de Estado no había decidido si remplazará o no a Martínez, pero que lo que sí era seguro era la permanencia de los otros tres ministros-consejeros: general (r) Óscar Naranjo, María Lorena Gutiérrez y Pilar Calderón.
Monotemáticos, riesgo uribista
En las toldas del uribismo crecen las voces que consideran que es necesario ampliar el abanico temático de la oposición contra el Gobierno, o al menos darle más eco mediático y propositivo a las críticas contra las políticas oficiales más allá de los asuntos propios del proceso de paz, toda vez si la negociación con la guerrilla se llegara a acabar o congelar, entonces el Centro Democrático podría quedarse sin su principal bandera política y electoral a escasos cinco meses de los comicios regionales y locales. “… La oposición de Uribe y el partido ha sido muy seria y amplia, pero lamentablemente se concentra en un 90 por ciento en el tema de la paz, es lo que la prensa y las redes sociales registran, lo que constituye un riesgo para nosotros”, dijo un parlamentario de esa facción.